Fragmentorum Ex Notatio Verbi


Fragmentorum Ex Notatio Verbi

(Trozos de Etimología)


Etimología

La etimología es la ciencia dedicada al estudio del origen de las palabras; la cronología con que éstas se incorporan a un idioma; y el fundamento y las filiaciones contenidas en sus cambios estructurales de forma y de significado dentro en un lenguaje determinado.  Del lenguaje provenzal Occitano (o Lengua de Oc), y del Latín, una germanía es cualquier sistema de comunicación estructurado en el que hay un determinado contexto que rige su uso, y que contiene algunos reglamentos formales para la combinación de las palabras imbuídas en un léxico explícito.

En idiomas que sostienen una dilatada historia de notaciones alfabéticas, la etimología es una disciplina relacionada con su filología y con la lingüística diacrónica y comparativa del lenguaje en estudio, y que además incluye el estudio del origen de las palabras mediante la investigación de su significado primitivo, de su estructura primigenia, y sus cambios de nomenclatura ocurridos desde su concepción.

Nullam Luctus Tristique Dui (descargo de responsabilidad)

El objetivo de este trozo filológico es el etimologizar algunas palabras que están contenidas en la lengua Castellana, pero que no pertenecen al Castellano original, sino que han sido incorporadas diacrónicamente dentro de la lengua.  Le doy cierta importancia a la degeneración de ciertas palabras, a nuevos neologismos, a algunas variantes dialécticas, a irrefutables ranciedades lingüísticas, y a algunas palabras de obscuro significado que creo que viven en los cerebros humanos sin ninguna raíz discernible o explicable que las ate entre el cerebro y la lengua (ese apéndice contorsionista carnal de la boca), y que por lo tanto son usadas sin colegirlas.  Que quede claro que hago todo esto simplemente por joder.  ¿Qué cosas, no?

Siendo la etimología una "ciencia" asazmente inexacta, los antecedentes a usar para descubrir con pericia y erudición el origen de cómo se constituyó una palabra, es bastante escaso.  Casi todas las raíces que se esgrimen para determinar el origen de una palabra son muchas veces equivocadas, y también hay muchas personas que no estarán de acuerdo sobre la veracidad o exactitud de estos orígenes.  Además, las lenguas evolucionan y cambian constantemente, y el significado de ciertas palabras también cambia.

Habiendo dicho esto, las palabras que discuto en este escrito las elegí mera y parcialmente por curiosidad personal, y a motivo de información para mis lectores.  También quiero agregar que mi humilde y precario conocimiento dialéctico es limitado y de un peso netamente embrionario, así que el creerme en este tipo de cosas es materia de decisión personal. 

Las palabras

Las palabras descritas a continuación están elegidas sin ningún concierto o avenencia.  Considere esta lectura como un "tour" orientado infaliblemente a perderlo en el laberinto secreto y enmarañado que envuelve la contorsionada serendipia de algunas palabras Castellanas.  Quizá esto le suene a floccinaucinihilipilificación, que es el acto de categorizar o jerarquizar algo que es trivial o de muy poco uso (este vocablo por sí mismo es un hipopotomonstrosesquipedalianismo), pero que en este caso; le servirá como un subsidio auxiliar para la iluminación de su sapiencia natural.  Por otro lado y después de leer este escrito, quizá usted me catalogue de adoxógrafo por mi capacidad innata de escribir con gracia y estilo sobre vanos sujetos sin importancia alguna.  En cualquier caso mi querido lector, yo lo sigo amando.

Soldado

La palabra con que denominamos a nuestros ciudadanos que pelean como parte de un conjunto de fuerzas armadas terrestres, es soldado.  Cualquiera sabe lo que es un soldado, pero; ¿sabe cualquiera qué significa la palabra "soldado" y de dónde viene?  He descubierto que la mayoría de la gente no tiene la más peregrina idea, quizá porque no sea importante; o tal vez –como muchas palabras de nuestro lenguaje- las usan solo porque se las enseñaron.

La palabra soldado se deriva de la palabra "salis" del Latín, la que también en Latín se escribe sal.  La sal ha sido una parte extraordinariamente importante en la historia de las civilizaciones por milenios.  La facultad de la sal para preservar alimentos fué uno de los elementos de la fundación misma de la civilización porque eliminó la dependencia de la sustentación basada solo en los alimentos disponibles localmente para consumo durante las estaciones, e hizo posible el transporte de alimento a través de largas distancias, y propició la conservación de éstos por mucho tiempo.

La sal no era fácil de obtener lo que la convirtió en un artículo de muy alto importe comercial, y que hasta se transformó en una forma de capital o dinero para ciertos grupos.  Su antigüedad, importancia, y dependencia estratégica se puede ver en muchos caminos antiguos establecidos desde la Edad del Bronce.  Se dice que algunos caminos de sal como la Via Salaria de la antigua Roma, la que comunicaba Roma con el puerto de Castrum Truentinum y el puerto de Ancona en el Mar Adriático en la Provincia Romana de Picenum; estuvieron directamente ligados a la fundación de Roma.

¿Y esto qué tiene que ver con soldado?  Pues bien, ya sabemos que la sal era valiosa, tanto así, que parte de la paga de las milicias de la Legiones Romanas, era en sal.  De aquí es que se deriva la palabra "salarium", o salario en Castellano (en Inglés es salary), y los que reciben salario son "asalariados", lo que es sumamente contrario a "estar salado" o "andar salado".  Entonces, para poder entregar la parte de la paga en sal a las milicias diseminadas y desparramadas por todos los lejanos y recónditos rincones del Imperio Romano, los Césares tenía divisiones especiales entre sus milicias para transportar y proteger la sal.  Según el autor, historiador, naturalista y filósofo Romano Gaius Plinius Secundus (23 BC – Agosto 25, 79 DC) mejor conocido como Plinio el Viejo; a estas milicias especiales se les llamaba "sal dare", que en Latín significa "dar sal", y a sus integrantes, "dadores de sal" o "sal dadores".  Una vez que el salarium se les pagaba a las tropas, éstas estaban "sal-darem" o pagados, y los entregadores de la sal estaban "sal tradidit" o "sal liberados"; desde donde se deriva la expresión "saldar una cuenta" pendiente.  Cuando un legionario era atacado con la negra intención de robarle su sal, era "asaltado".

Entonces el milico que transportaba, protegía y entregaba los pagos en sal incluyendo su parte, era un "saldado" o "soldado".  La palabra se mantuvo porque estos "soldados" eran los más populares entre las tropas.  Hoy por hoy, la sal no es una cosa de milicia, pero un asunto más culinario desde el cual se derivan la palabras salsa, ensalada, salame, salero, salado, salchicha, salcochar, saliva, salmuera, comensal, y otras más entre muchas con la excepción de saltimbanqui, una especie de "Chinchinero".  Ahora sabe por qué llamamos a nuestros guerreros: soldado.  ¿Qué cosas, no? 

Testículo

Esta palabrita no se deriva -como muchos quisieran creer- de la palabra "testa".  "Testa" es Italiano para "cabeza", y cabeza en Latín es "Caput".  Testículo se deriva de la palabra Latina "testis" o "testes", lo que significa literalmente: testigo. 

Esto no solo es importante, sino que además tiene sus raíces en muy antiguas y serias costumbres –tal vez machistas- donde los testículos de un hombre estaban estrechamente relacionados no solamente con su virilidad ya que estos testifican la virilidad masculina, pero también estaban intrínsecamente atañidos con la honestidad de un sujeto.  Si en algún momento de su vida alguien duda de su masculinidad o del origen de su naturaleza humana, sus testículos serán los mejores e innegables testigos de su hombría y viril reciedumbre.  Con la simple exposición de sus testigos, usted podrá establecer sin dejar lugar a dudas de que usted "tiene las bolas bien puestas", o por lo menos, de que usted "tiene bolas", o "testigos innatos" de su masculinidad.

Volviendo a las terriblemente antiguas costumbres sobre la virilidad y la honestidad acaecidas durante (aproximadamente) 300 AC y 200 DC, cuando a un hombre se le ponía en duda lo que decía, se le hacía jurar de que estaba diciendo la verdad con una mano sobre sus testículos.  Esto era un compromiso muy serio porque si se descubría que había mentido, el sujeto en cuestión era castrado.  Cuando un hombre actuaba de testículo (testigo) por las acciones de otro hombre, técnicamente era el testículo del hombre por quien daba testimonium (o testimonio que es Latín para: evidencia), pero si mentía o falsificaba los hechos, también era castrado sin miramiento alguno.  En las cortes de hoy solamente se levanta la mano derecha con la palma abierta a la altura de la cabeza para jurar decir la verdad, y ya no necesitamos hacerlo con las manos sobre las joyas de la familia.  Se puede decir entonces –y sin insultar a nadie en absoluto- de que Los Testigos de Jehová o Los Testículos de Jehová; son lo mismo, y esto de acuerdo a los libros Deuterocanonicales (Nuevo y Viejo Testamento) de la Biblia cristiana, especialmente ejemplarizado en el Libro de Génesis.

¿Sabía usted de que los pulpos (el molusco cefalópodo octópodo) tienen los testículos en la cabeza?  Quizá de ahí evolucionaron los políticos... y su bromidrosis moral.  ¿Qué cosas, no?

Hipoteca

Esta es una palabra peligrosísima si usted no sabe lo que significa.  La palabra hipoteca se deriva del Griego "Hypothēkē" o de su sinónimo en Latín: "morgagium", que significa "promesa de muerte".  En Griego, "hypo" en su acepción legal denota una "promesa"; y "theka" (o thēkē) es la "seguridad" que se ofrecía por un préstamo.  En otras palabras, la hipoteca es la "promesa de seguridad" que se ofrecía para pagar la deuda, y generalmente esas deudas se pagaban con los Tetradracmas de Atenas (la diosa)– que era la moneda del "Periodo Clásico" Griego, o con la vida; pero la hipoteca siempre se pagaba. 

Esto de pagar "con la vida" no era tan salvaje o barbárico como suena.  Lo que realmente significaba era que la deuda de la propiedad terminaría con la muerte del "hipotecario".  Esto era porque la longevidad promedio en esos tiempos era de aproximadamente de unos 35 años; y esta temprana mortandad era debido a enfermedades, guerras, Epidemias Hipocráticas, plagas, y también aunque increíble: ahogamiento.  La Eugeria (el buen envejecimiento) durante los periodos de paz permitía que algunos ciudadanos Griegos llegasen a vivir hasta los 70 años; pero esto no era lo común, así que los préstamos hipotecarios de 20 a 30 años eran prácticamente de por vida, y a los hipotecados se les iba la vida pagando la hipoteca.

Las tres razones principales que definen el principio de la "promesa de muerte" de una hipoteca: primero: la hipoteca "muere" cuando la deuda se paga en su totalidad y usted es finalmente dueño de su propiedad; segundo: usted no puede pagar la hipoteca, entonces la hipoteca "muere", por lo tanto le quitan la casa para completar el pago de la deuda; y tercero: usted muere y no se completan los pagos, entonces le quitan la casa para completar el pago de la deuda, y así entonces la hipoteca "muere".  Como usted vé, la palabra "muerte" está estipulada por todos lados en una hipoteca. 

Esto no ha cambiado nada desde los tiempos clásicos Griegos.  Hoy si usted no puede pagar su hipoteca, estas instituciones acantocéfalas a las que llamamos bancos aceleran la muerte hipotecaria, le quitan la casa en forma inmisericorde o "immiti" (despiadadamente), lo dejan en la calle, y lo condenan a una muerte larga y dolorosa junto a todos los integrantes de su familia.  Éstas son las acciones de "su banco amigo".  ¿Qué cosas, no?

Cagamosis

Si usted tiene una mente de alcantarilla, una imaginación de cenagal, y una sapiencia barata,  jamás adivinará lo que esta palabra significa o lo que representa.  No se ría porque ya hablaremos del reírse sin motivos, y después de eso, quizá ya no se ría más.

Primeramente (¡deje de sonreír!), "mosis" no es ni significa alguna o ninguna cosa; ni en nuestras concurrentes y flexibles lenguas contemporáneas, ni en los ingeniosos y talentosos léxicos del Griego y el Latín.  El superficialmente escandaloso prefijo de la palabra y título de esta sección ya usted lo conoce requetebién, y no es menester de que lo discutamos ni aquí, ni ahora.

Si le doy algunas pistas o claves; ¿cree usted de que podrá dilucidar el significado de la palabra Cagamosis?  Veamos.  Le daré 12 mojones, testículos, o "labefactums" (consecuencias) para analizar, y para que logre deducir su significado. 

Cuando un conjugium exhibe:

1. Argumentos frecuentes y falta de respeto,
2. Falta de comunicación,
3. Miente o mantiene secretos,
4. No invierte tiempo en el paralelismo coniugalis,
5. Falta de intimidad o afecto,
6. Abuso de alcohol o drogas,
7. Infidelidad,
8. Lenguaje corporal inadecuado,
9. Egoísmo y desinterés por las necesidades del coniux,
10. Depresión y soledad,
11. Falta de amor o expectativas poco realistas,
12. Problemas monetarios, legales o de progenie.

A ver qué tanta sangre de Sherlock Holmes usted tiene.  Todos los aspectos (y otros muchos más, pero yo le ofrecí solamente 12) destacados arriba influyen y predisponen -en conjunto o separados- a una institución sindical que ha sido reconocida socialmente, ya sea por medio de disposiciones jurídicas o por la vía de los variados usos y costumbres idiosincráticas de casi todos los pueblos del planeta Tierra.

Esta afligida palabra viene del Griego "kakos" (malo) en adición a "gamos" (maridaje) y en adición a "osis" (que alude a una condición): kakos+gamos+osis = cagamosis.  Bueno, usted adivinó: Cagamosis es un matrimonio infeliz.  ¿Parecido a lo que usted pensaba o creía antes de leer esta sección? ... es lo más probable.  ¿Qué cosas, no?

Ultracepidario

Estoy seguro de que usted en más de una ocasión se ha encontrado con este pedante y pretensioso tipo de personas.  Estos rutilantes gandules sociales frecuentan fiestas, reuniones sociales, clubes, bares, cafés, y por supuesto, han infectado Internet.  Si usted está en una reunión social, estos candongos se entrometen en su conversación con la excusa de que "no pudo dejar de escuchar lo que hablaban", y se ponen a sacudir la lengua en todas direcciones y sobre cualquiera que sea el tema de conversación que fué asilado en ese momento por este emboscador.  Estos individuos no hablan para decir algo; sino que dicen algo para hablar porque el que sabe no habla, y el que habla mucho; poco sabe.

Este término tiene cimientos en un ácido comentario que Apeles (532 AC – 308 AC), un famoso artista griego nacido en Colofón, le hizo a un presumido zapatero quien criticó su pintura.  Esto también de acuerdo a Plinio el Viejo, quien por la opinión de muchos; era medio loco.  La frase en Latín dicta: "Sutor, ne ultra crepidam", la que fué alterada por otros autores Latinos a: "Ne ultra crepidam judicaret", lo que indica que el zapatero no debería juzgar algo que no entiende.  Esta frase más tarde se convierte en un popular refrán que señala: "Zapatero a tus zapatos"

Entonces, un ultracepidario es aquella persona (uso el término persona porque la verdadera clasificación de estos ronceros puede ser levantisca para sus oídos en caso de que los tenga delicados) que habla abundantemente y ofrece opiniones y comentarios en materias que están completamente fuera del alcance de su estítico conocimiento.  La aplastante mayoría de los políticos de hoy son ultracepidarios recalcitrantes y contumaces por discernimiento y elección propia.  ¿Qué cosas, no?

Filosofunculista

Parecido y junto al ultracepidario, está el filosofunculista.  A diferencia del anterior, estos son perfectos imbéciles.  El luctuoso ultracepidario es un pobre animal de costumbres y personalidad amorfa, empero el filosofunculista; es un vicioso pedófilo intelectual y un reo moral.  Estos caracteres tienen imbuída en sus existencias una gran porción de Delirium Tremens, y están rebasados de un Complejo Mesiánico malentendido.  Lo peor de todo con estos inconscientes poltrones es que no se dan cuenta de que los que le escuchan (muy sumariamente, por supuesto) reconocen de inmediato su inopia cultural antes de que el filosofunculista en cuestión haya gastado una unidad Newtoniana de su baba.

Los filosofunculistas insisten siempre y constantemente en tener la razón en cualquier tema, independientemente de las sandeces que salen del extremo salvaje de sus tráqueas, las cuales refuerza hablando a gritos, apagando así cualquier intento de otro ser humano que quiere expresar una opinión.

 Del Griego "philosophikos": "amante del saber" + "functio": "función, desempeño" + Latín "Culus" (o "asinus" (culo) = philosophunculist.

El filosofunculista es aquel alabancioso que pretende saber más de lo que sabe para impresionar a otros, aunque tengan que inventar inanes y nimios conceptos.  En otras palabras Castellanas de menor alcurnia y con extrema pobreza de abolengo, un filosofunculista es aquel a quien le encanta hablar mierda.  ¿Qué cosas, no? 

Dompteusa

Si usted es un poco (o mucho) salvaje, desordenado, rebelde  y con ínfulas de una libertad inentendible, y esto le ha traído una serie de problemas en su vida a raíz y resultado de algunos de sus actos inmaduros,  incipientes y desmañados; usted necesita una Dompteusa.

Si usted ha demostrado un comportamiento de hombre salvaje, o demuestra que aparentemente ha vivido de forma vernáculamente oriunda en bosques urbanos emulando a figuras mitológicas parecidas a las que están pintadas en los rosetones de las bóvedas de los arcos conopiales en la Catedral de Canterbury; usted necesita una Dompteusa. 

El hombre salvaje de hoy se reconoce fácilmente porque deambula al azar y sin un rumbo trazado las calzadas de las ciudades, muy a menudo armado con un I-Phone, audífonos, u otros elementos que usa pero que no entiende, y vestido de algo que para muchos con cultura textil indumentarial muchas veces son insólitos ropajes que no pueden clasificar.  Este espécimen es el puente entre el cigüeñal de los humanos civilizados, y los peligrosos entes que han sobrevivido desde tiempos heráldicos.  Estas desorientadas unidades de naturaleza humana son fácil presa de una experta Dompteusa.

Es extensamente discutido el origen, o de dónde esta palabra proviene o se deriva, pero aquí le ofrezco unas raíces creíbles, plausibles y aceptables para este vocablo.  La palabra se compone de los siguientes trozos de etimología:

Del Latín "Domitorque" = domador, subyugador
Del Griego "Ptolemaios" = de guerra, guerrera
Del genitivo "teuse" = femíneo

Dom + pt + euse = Dompteuse: Una mujer (guerrera) que entrena o doma animales.  Una Amazona de la Mitología Clásica Griega, palabra derivada probablemente de un etónimo Iraní, "ha-mazan" (guerreros).  Una Domadora.  Una Dominatriz en Potencia.

En muchas culturas, incluyendo la suya, normalmente la Dompteusa es la Esposa (usted parece sorprendido...).  La Dompteusa más decana, profesional, ducha, experta y veterana que existe para la mortificación generalizada del Hombre Libre; es la Suegra, conocida desde tiempos inmemoriales como "flagellum inferni" (el azote del infierno).  ¿Qué cosas, no?

Sicofante

Esta palabrota con que denominamos a los abogados deshonestos y a otros afines hijos de puta de nuestra sociedad, es una deleitosa contribución "de oque" de Don Bering Comparini Quintana.

Esta palabra posee varias acepciones similares, pero aquí uso la primera acepción, o la representación original intentada para la palabra.  Las raíces y formación de esta palabra provienen de la necesidad de los Griegos para monitorear el contrabando ilícito de higos, y por ende; controlar y castigar la evasión de impuestos a la República.   La importación o exportación de higos a Grecia no estaba prohibida, pero como esta fruta divina tenía impuesta un arancel de lujo, la hacía sumamente cara y como su exacción monetaria en favor del Estado era alta, la hacía un preciado artículo del Mercado Negro.   

Para ayudar a combatir la venta clandestina e ilegal de higos, el gobierno Griego les pidió a sus ciudadanos que denunciaran a los perpetradores para el bien de la economía y la estabilidad legal de la República.  Entonces a estos ciudadanos se les denominaba: "Sycophantae", o "denunciadores".  Pero lo romántico y bien intencionado de esta palabra termina aquí.  Los fundamentos de la palabra son: "sykon", Griego para higo; y "phasis", exhibir, informar.  Por lo tanto, originalmente un sicofanta era un "informador" o un "delator de higos"; pero eso cambió radicalmente.

En la antigüedad este término figurativo se aplicaba a todos los informantes, pero como la naturaleza humana lleva engendrada la maledicencia contenida en los Gened inhonestus legisperitum (genes de abogado deshonesto), muchos de estos esbirros y sayones utilizaron este probo y bien intencionado principio para delinquir en favor de su propia lubricidad, denunciando embustera y mendazmente a ciudadanos honestos y pudientes, para chantajearles dinero y extorsionarlos con falsas acusaciones, el mismo pretexto adecuado que usan nuestros abogados deshonestos contemporáneos para enriquecer sus activos.

Afortunadamente en el año 404 A.C. auspiciada e impuesta por el Senador y Comandante de las Guerras del Peloponeso y Corintia, y miembro oligárquico del "Consejo de los Cuatrocientos", el Espartano Lysander -quien no tenía paciencia ni misericordia con este tipo de ratas- se promulgó la Ley de Thirty (Ley de Tiranía) bajo la cual comenzó a ejecutar a cuanto sicofante se le puso a su alcance.   Después de limpiar bastante la democracia, desafortunadamente la nueva ley solo perduró por ocho meses; pero desde entonces, a los sicofantes se les identifica y etiquetea como impostor, calumniador, traidor, y abogado (los deshonestos, eso es).

La ley trabajó estupendamente bien mientras duró, pero es axiomáticamente obvio de que la Ley de Thirty no funciona más porque todos los abogados deshonestos siguen vivos.  ¿Qué cosas, no?

Quidnunca (Cuidnunca o Cuidnunco)

Esta es una de las palabras más antiguas que existen y que ha estado empotrada en todas las civilizaciones desde que existe el hombre viviendo en grupo.  Quizá después de leer su definición usted comience a usarla más seguido porque tendrá personas de sobra para colgárselas.

Los orígenes de esta palabra a pesar de que son en parte obscuros, son reales.  La palabra consta de tres raíces en Latín, de las cuales se han conservado solamente dos.  Esto es típico de los cambios etimocronológicos con que las palabras se incorporan a los idiomas.  El cambio y adaptación estructural de esta palabra Latina varía entre idioma e idioma, pero su significado no ha cambiado un ápice a pesar de sus permutas y variaciones estructurales diacrónicas y sincrónicas.   Esto es porque un signo lingüístico determinado no vincula necesariamente un nombre con un objeto o una cosa; sino un concepto abstracto con una imagen acústica determinada y reconocible.  ¿Qué choro, ah?

Las raíces Latinas de Quidnunca son: Id Quod (¿Qué?), Et Nunc (y ahora), y Lingulaca (lengua suelta).  Entonces Quod Et Nunc Lingulaca quiere decir: ¿Y ahora qué, lengua suelta?  Frase que se acortó a Quid Nunc.

Esta frase se aplicaba a aquellas personas que siempre están interesados de saber cosas de los demás que envuelvan noticias desviadas y escándalo; en otras palabras una persona chismosa que siempre tiene que saber lo que está sucediendo para poder sacudir su suelta lengua con los demás.  La simple expresión en el léxico filológico retórico coloquial chileno sería: "Copuchenta".

Las personas Quidnuncas tienen una necesidad terrible y compulsiva de ejercer este tipo de gatuperio verbo-social para poder satisfacer una necesidad indigentemente psicológica profunda, la que gobierna a voluntad los bajísimos niveles de su autoestima. ¿Qué mejor manera hay de promover y estimular la imagen personal de un Quidnunca que mediante el indiscriminado uso de peyorativos negativos parloteando en un pueril esfuerzo de demostrar que son inteligentes y bien informados, o que son alguna clase de mortales superiores?  ¿La suegra?  ¡Nóooooo!  ¡Jamás!  ¿Qué cosas, no?

Abderiano

Quizá esta estrambótica e inesperada palabrilla sea consumadamente desconocida y forastera para usted, en su uso cotidiano eso es, porque en realidad usted puede identificar a un "abderiano" o a una "abderiana" sin siquiera mirarlos.

Esta palabra está directamente relacionada con la risa constante, tonta y excesiva del filósofo Griego Democritus de la Grecia Antigua, quien nació en la ciudad de Abdero, en Tracia, una colonia Ioniana de Teos en la Antigua Grecia.  A pesar de que Democritus de Abderia no era tonto, indubitablemente y manifiestamente se reía como uno.  La estúpida e irritante risilla que emitía cada vez que articulaba una frase o una oración gramatical subrayaba sus palabras con una notoria característica idiótica y una imbécil hilaridad bucal parlante.  Democritus se reía como un retardado constantemente, cosa que les desagradaba profundamente a sus contrincantes e impugnantibus de la época, así que para burlarse de él, proclamaban que "Risus abundat in ore stultorum" (la risa abunda en la boca de los tontos); proverbio que ha demostrado ser tremendamente acertado hasta nuestros tiempos.  Estoy seguro de que usted conoce por lo menos a un abderiano o alguna abderiana; y en muchos casos exceptuándose usted mismo.

La cosa es que la risa (social) ha sido una contumacia que ha problematizado a los filósofos por más de 2.000 años durante los cuales se han rascado la cabeza sin encontrar resultados o explicaciones sensatas, congruentes o lógicas para este fenómeno.  Los científicos modernos han examinado la materia gris, han analizado la corteza cerebral,  le han hecho cosquillas a niños pequeños y a adultos, han experimentado con Macacus Rhesus y políticos, ratas y abogados, perros y curas, conejillos de Indias e individuos comunes, y con cualquier otra cosa que les pudiese ayudar en la búsqueda de una respuesta.  En esta expedición en busca de la razón de la risa,  descubrieron un detalle el que eludió a Hobbes, Descartes, Platón, Kant, Anaxímedes, Schopenhauer, Tomás de Aquino, Tales de Mileto, Aristóteles, Pitágoras, Freud, Heráclito, Marx, Nietzsche, y hasta al mismo Democritus.

Tristemente, la conclusión es de que la risa social, esa risilla tonta; no es una espontánea respuesta intelectual al saber, ni al humor o al sentido del humor, sino que está más relacionada con la estabilidad y conservación sindical instintiva de los cernícalos sociales que viven en nuestras comunidades.  Es una reacción fabricada para agradar al prójimo en busca de aceptación, lo que denota un tremendo deterioro de la personalidad, una dependencia emocional decadente, y el tristemente voluble intelecto del susodicho que la emite.  Estos monotes se ríen de cualquier cosa: de sus propias palabras, de cualquier apostilla que oyen o escuchan, de cualquier gesto que usted haga, o de cualquier cosa que ven, y con esto; le miran a usted con una cara de enajenados y le ofrecen una risa intermitente y mentecata para conseguir su aprobación.  La más cercana expresión en el léxico filológico retórico coloquial chileno sería: "Chupamedias".

Todos nosotros ofrecemos una recatada dosis de risa social a nuestros interlocutores, a veces con intangibles e imperceptibles demarcaciones abderiánicas; pero de esto ¿a convertirse en un abderiano aeolista...?  ¿Qué cosas, no? 

Ji, ji, ji...  si le intrigó ese último trozo de etimología (aeolista), ¡pregúnteme!  Ji, ji, ji... 


El Loco

Pasajes – Galileo Galilei


Galileo Galilei no inventó ni la pizza, ni los fideos, ni el i-Pod, ni contribuyó a Internet.  Tampoco diseñó ropa ejecutiva, programas de copucheo, y no tuvo nunca un "Blog" para publicar sandeces o aciertos, no escribió los guiones para los absurdos programas de Walt Disney o Cartoon Network, y ciertamente no enchuecó la torre de Pisa.  Tampoco pudo jugar ping-pong con Képler,  y ni siquiera compuso el "Pata-Pata" de Miriam Makeba; cosas que aparentemente son los valores más importantes que rigen a la mayoría de las estultas sociedades en las que estamos estancados viviendo hoy en día.

Antes de morir, Galileo era un viejito más tranquilo que una fotografía a los 77 años de edad y que tenía más cojones que el caballo de Espartero(1).  Lucía como un apacible abuelito cuya apariencia nunca delató el poder indomable e incontenible de su poderosa entelequia, la increíble profundidad de sus pensamientos, ni el tesoro intelectual y científico inmensurable que desató sobre la sociedad de su época, siendo ésta el amorfo e irreflexivo ente inconsciente que nunca valoró la importancia ni la inmensidad de su eterno legado.

(1)  Hay un  monumento erigido al político y General Joaquín Baldomero Fernández-Espartero Álvarez de Toro quien nació desde chiquitito en la ciudad de Villa de Madrid, en España en 1793.  La estatua está ubicada en la bifurcación de las calles de Alcalá y O'Donnell entre los distritos de Salamanca y Retiro.  La escultura marca la puerta de Hernani, el portón de acceso al Parque del Retiro.  Espartero fué Regente del Reino de España bajo el interregno de Isabel II de Borbón la de los Tristes Destinos.   ¿El caballo?   ¡Bueeeno!, el caballo es otra cosa...

Galileo Galilei nos honró humildemente con su vida desde el 15 de Febrero de 1564 al 8 de Enero de 1642, nacido de Sangre Noble proveniente de Gonfalonier de Florencia.   Este importante heliocentrista –Galilei- fué un Físico italiano, Matemático, Astrónomo y Filósofo que horneaba unos panes de Anís con Alcaparra para chuparse los dedos, y que desempeñó quizá el más innovador y más importante papel en la revolución científica la que continúa agitando al estricote y empujando las fronteras de nuestra curiosidad y la de algunos de aquellos otros seres humanos.

Este hombre extraordinario fué el mayor de siete hijos.  Su padre era un músico y comerciante de lana, cosas que no eran congruentes entre sí, pero como todos sabemos, la necesidad es madre de todas las situaciones.  Vincenzo Galilei deseaba que su hijo estudiase medicina y se convirtiese en un afamado y respetado doctor ya que en esos tiempos la práctica de la medicina ofrecía las oportunidades monetarias más altas y rentables de la época.  Consecuentemente, Vincenzo envió a Galileo a la corta edad de once años a estudiar a un monasterio jesuíta.

Después de cuatro años en este retardado y deletéreo ambiente, Galileo le comunicó a su descorazonado padre que quería convertirse en un monje.  Es como que hoy su hijo le anunciase a usted que que se quiere convertir en un "Punk/Flaite" profesional y desgraciado.  Esto demuestra que los "teenagers" (adolescentes) han sido insanos, insensatos y desquiciados mentalmente en cualquier época y lugar del planeta durante los años del azote social de la pubertad.  Por supuesto de que esta insana idea no era exactamente lo que su consternado padre tenía en mente, por lo que Vincenzo Galilei lo rescató apresuradamente de estas malas juntas.  Entonces en 1581 a la edad de 17 años, Galileo Galilei se enlistó en la Universidad de Pisa para apaciguar a su padre estudiando medicina, como éste tanto lo deseaba.

A los veinte años mientras se encontraba visitando una catedral, Galileo notó que una gran  candelabro que colgaba por encima de su cabeza se balanceaba incesantemente.  Inquieto y curioso por averiguar cuánto tiempo le tomaba al candelero en columpiarse entre sus máximos puntos de fluctuación oscilante; quiso medir su tiempo de pendulación.  Como no tenía una herramienta apropiada para cronometrar el tiempo en ese momento, decidió usar los latidos de su corazón a través de su pulso como escala referencial para medir el lapso cíclico de las suaves oscilaciones.

Para su sorpresa, Galileo descubrió un detalle que jamás antes ningún otro ser humano había observado, -con un ojo científico eso es- y un detalle al que nunca nadie le había dado ninguna importancia antes: el período cíclico de cada oscilación de este acompasado vaivén de la colgante lámpara era exactamente el mismo.  Esta superficialmente inocente observación en el poderoso cerebro de Galileo, le dió nacimiento al fenómeno de restauración de contrapeso debido a la fuerza de gravedad la que acelera los cuerpos con masa hacia una posición de equilibrio.  Así nació  la "Ley del Péndulo", el exordio de un Principio que hizo a nuestro querido Galileo Galilei, súbitamente famoso.  ¿Qué cosas, no?


El Ácido y Deliberado Obscurantismo Mental

Cuando se cuentan las historias de Galileo y del señor Nicolaus Copernicus quien escribió "De Revolutionibus Orbium Coelestium", hay una conexión inevitable y mandatoria con un hombre de un tamaño sorprendente y de un ponderosidad individual tan extraordinarios, que no puede desprenderse ni separarse de la historia del surgimiento y evolución de las ciencias de la Astronomía.  Giordano Bruno nació el año 1548 durante el tempestuoso Renacimiento Filosófico en la ciudad de Nola, un encantador pueblito italiano de la comuna de Campania, en el Reino de Nápoles; y situado en las llanuras entre el voluble Monte Vesubio y los altos Apeninos que cubren desde el Golfo y Mar de Liguria en el Mediterráneo, hasta la Península de Calabria que es la puntita de la península Italiana. 

La Inquisición Romana, un grotesco e infinitamente ignorante y servil adefesio del omnipotente obscurantismo analfabeto y barbárico de la iglesia católica, incapaz de rebatir la indiscutible e innegable lógica de lo cierto y de lo real, en un repelente acto de salvajismo bestial e irracional y con la más absoluta preterición eclesiástica, declaró arbitrariamente a Giordano Bruno "culpable de herejía" por su panteísmo, y entonces fué quemado vivo en la hoguera atado a una estaca.  La particular "ofensa" que decidió el término de esta valiosa e irremplazable vida humana a manos de la "misericordiosa iglesia" fué su honesta y valiente declaración de que: "La infalibilidad del Papa se aplica solamente a las materias espirituales, y no es aplicable a la ciencia de las cosas materiales.

Obviamente y como siempre ha quedado de patente manifiesto a través de la historia, con la iglesia la Verdad es simplemente una cuestión de lugar, tiempo, y conveniencia.  El Cardenal Francesco Satolli, un teólogo católico italiano, profesor, cardenal y el primer delegado apostólico a los Estados Unidos dijo exactamente las mismas palabras que enunció Giordano Bruno, con una mera diferencia de menos de 300 años; pero esta vez la iglesia lo premió con ese cuico sombrerito rojo por su "sabiduría", y no lo quemó cínicamente en la hoguera como lo hizo con Giordano Bruno.


El Poder de Galileo

Galileo Galilei durante su tenencia en la Universidad de Pisa daba conferencias sobre "Los Centros de Gravedad y el Balance Hidrostático", pero lo que realmente le revolvió las tripas a la iglesia fué la invención del telescopio, "El Tubo de Galileo"; porque este simple aparatito hecho de metal y vidrio, destronó estrepitosamente al dios católico y a los "otros" dioses de menor importancia, todos inútiles apéndices de la tramoya religiosa.

Hoy es tal vez difícil e inverosímil para nosotros el comprender la virulenta oposición que se desató en contra del telescopio.  Debemos recordar que en el medieval período del siglo XVI, la creencia en brujería, hadas, espíritus, fantasmas, espantajos, magia, encantamiento, poderes supernaturales, y el infaltable gato negro; era la ciencia común, y los hombres que creen y creían en milagros son mas bién oráculos politécnicos de la ignorancia con el facultativo e inalienable derecho de ser libremente imbéciles.

En 1610 el polímata Galileo publicó un compendio llamado "Sidena Medicea" donde describió las maravillas que se podían observar en los cielos usando el telescopio.  Entre otras cosas, probó que la "Via Láctea" no era un gran "rayo de luz", sino que estaba compuesta por una multitud de estrellas que se podían ahora observar.  Esto terminó de revolverla la diarrea mental a la iglesia, y entonces para salvar la situación, el Arzobispo de Pisa Giulio de Médici (entre otros de los tristes enemigos de Galileo) se autodenominó incumbente para "traer a Galileo a la Justicia por sus heréticas palabras y absurda filosofía contrarias a las Escrituras".  Lo más cómico y cínico de esto, es que la iglesia convenientemente oculta el hecho de que el Arzobispo Giulio di Alessandro de Medici fué el hijo ilegítimo de Alessandro de' Medici, el Duque de Florencia, y su desconocida madre aparentemente fué Taddea Malaspina, una mujer de mala naturaleza como su nombre lo indica; en otras palabras, Giulio di Alessandro era un simple bastardo sin valor humano para la época, pero algo que por pura conveniencia; la iglesia católica ocultó.

El cinismo clerical no termina aquí, ni cerca.  Giulio se casó con Lucrezia Gaetani, y tuvieron una hija a la que llamaron Catalina, la que se convirtió en una monja benedictina y que posteriormente murió en 1634 sin haber hecho ningún ruido.  Este pícaro bandido de Giulio también tuvo dos hijos ilegítimos; Cosme, al que le nombraron Caballero de la Orden de San Esteban; y el otro bastardo fué llamado Giuliano.  ¿Qué cosas, no? 

Después del Juicio de 1633, Galileo Galilei durante sus últimos días estuvo bajo la custodia del Arzobispo Engelberto d'Ugo Piccolomini en Siena por apenas seis días.  A fines de 1633, Galileo recibió permiso para irse a su pequeña granja en Arcetri, Florencia, Italia, donde murió ciego en medio de la generalizada ignorancia humana en 1642 a la edad de 77 años, gracias a la perenne y sempiterna ignorancia y solecismo intelectual de la Iglesia Católica Romana.  En una nota más moderna, el Deutsche Bank de Alemania, en Enero de 2013 retiró todos los cajeros automáticos del Vaticano, acusando a la iglesia y al Vaticano de "lavado de dinero"(2), esto de acuerdo a los resultados de una larga investigación efectuada por el banco; el que descubrió que el Vaticano perpetraba este crimen impunemente usando estos cajeros.  ¿No me cree?, pues lea los diarios. 

(2) Por si no lo sabe, el lavado de dinero se explica de la siguiente forma: "El blanqueo de dinero; también conocido en algunos países como lavado de dinero, lavado de capitales, lavado de activos, blanqueo de  capitales o legitimación de capitales;  es el proceso a través del cual es encubierto el origen de los fondos generados mediante el ejercicio de algunas actividades ilegales o criminales, o una combinación de ellas, como el narcotráfico o estupefacientes, contrabando de armas, corrupción, desfalco, fraude fiscal, crímenes de guante blanco, prostitución, malversación pública, extorsión, secuestro, trabajo ilegal, piratería y últimamente terrorismo.  El objetivo de la operación, que generalmente se realiza en varios niveles, consiste en hacer que los fondos o activos obtenidos a través de actividades ilícitas aparezcan como el fruto de actividades legítimas y circulen sin problema en el sistema financiero". 


El Final

Más de cuatrocientos años después del primer telescopio, el legado de Galileo Galilei continúa viviendo e influyendo en la forma en que el mundo considera a la ciencia y cómo la ciencia ve al mundo y al universo.  En cada generación hay un genio que tiene la valentía y la visión para liberarse de la tradición aceptada, y cambiar el modo de pensar y de ver las cosas.  Galileo Galilei fué sin duda una de estas personas.  Fué el primer hombre en enfocar un telescopio a los cielos y ver más allá de la cegadora venda que la limitada iglesia católica lleva constante y perseverantemente sobre sus ojos.  La forma de pensar de Galileo se consideró peligrosa porque la creencia de la iglesia era que la gente común no sería capaz de afrontar el conocimiento y las enseñanzas de Galileo sin perjuicios para el alucinado establecimiento religioso.  A la iglesia nunca le ha gustado o ha querido que sus vagas ideas sean desafiadas, porque sin las infundadas creencias palustres del "cielo y el infierno", no tendrían ningún control sobre las personas.  El Misterio siempre ha odiado a la Luz del Entendimiento.

La muerte vino silenciosa y respetuosa a buscar a Galileo, y a transportarle sin dolor y cariñosamente a un lugar más ilustrado para que ahora, por fin libre de la draconiana imbecilidad humana y religiosa, pudiese visitar a gusto todos aquellos lugares celestiales que su visionario telescopio le había traído tan cerca en vida.  Pero esto de la muerte es una simple quimera, porque mientras existimos, la muerte no existe; y cuando la muerte existe para nosotros, nosotros ya no existimos.  ¿Qué cosas, no?

La muerte de un hombre como Galileo me disminuye grandemente en forma personal sencillamente porque yo formo parte de la humanidad.  Nunca pregunto por quién doblan las escabechinas campanas, porque siento que cuando alguien como Galileo muere, esas tristes campanas también doblan por mí.

Galileo nació el mismo día en que Michelangelo di Lodovico Buonarroti Simoni murió; y el mismo día en que Sir Isaac Newton nació.  Sir Isaac Newton extrajo las "Leyes del Movimiento" del legado de Galileo Galilei.  ¿Extrañas coincidencias?  ¿Quién lo sabe?


Otro Detallito

Galileo Galilei descubrió cuatro de las 67 lunas confirmadas de Júpiter hace cuatrocientos años atrás.  También dijo:  "He amado las estrellas con demasiado cariño para tenerle miedo a la noche".

El Loco