Esta es una secuela de La
Semántica y el Ornitorrinco.
Desde el anterior artículo en el que ligera
y festivamente discutimos sobre los temas de "La Semántica y el
Ornitorrinco", se desprende esta segunda parte de la distraída discusión
sobre el mismo tema, pero llevada a un nivel más contemporáneo con respecto al uso
y abuso de expresiones marrulleras y artificiosas usadas intencionalmente para
la fácil y redituable explotación de las abismantes y abundantes oquedades de
la ignorancia humana. Éstas, aunque
sutiles maniobras de hipnotismo consumista, son sátrapas y bribonas, pero conllevan
una suculenta ganancia monetaria que engorda los amplios y hambrientos
bolsillos de los más astutos y ladinos -a costillas por supuesto- de los que
nadan en el inmenso océano sin horizontes de la universal ignorancia social imbuída.
Este tipo de Semántica se puede
clasificar como Semántica Ideastésica, o Ideastesia a secas.
El concepto de Ideastesia se define como un
fenómeno en el que las activaciones de los conceptos o " inductores"
evocan experiencias de percepción, o "concurrentes". Éste es el origen del adagio: "percepción es realidad". El nombre viene de la palabra Griega "idea" y de aisthesis, que significa "los
conceptos de percepción" o "ideas
de percepción". La razón a la
que obedece la noción de ideastesia es la evidencia empírica que indica que su
término relacionado (sinestesia, o la unión de los sentidos) sugiere una explicación
incorrecta al conjunto de fenómenos que están
tradicionalmente cubiertas bajo este titular (sinestesia).
Sinestesia, de donde "Syn" + "aesthesis" denota "co-percepción",
conlleva y denota la ceñida asociación de dos elementos sensoriales de poca
conexión en el nivel cognitivo. Sin
embargo, la mayoría de los fenómenos que inadvertidamente se han relacionado
con la sinestesia son inducidos por las representaciones semánticas (sentido o
significado) del estímulo, y no por sus propiedades sensoriales como lo implica
el término "sinestesia". Aunque se le represente con letras
Glagolíticas.
Entonces, ¿cuál es la diferencia entre Ideastesia y Sinestesia? Es tan simple
como la fusión de un cuantificador sub-atómico gravitacional con partículas
hidrocoloidales suspendidas en solvente universal, en un proceso de etiquetado activo
nano-molecular durante un lapso de
tráfico reológico multifario en el desarrollo del Averter® y su proceso de
Identificación Dinámica.
En otras palabras más asequibles, la
sinestesia es un fenómeno bastante raro en el que las experiencias sensoriales
reales de una persona evocan experiencias sensoriales irreales; las que no son
causadas directamente por los acontecimientos físicos externos, sino que por
sus capacidades sensoriales físicas. Por
ejemplo, cuando una persona sinestésica
oye un nombre puede experimentar cierto sabor único asociado con este nombre en
particular. Como cánon regular para una
persona sinestésica, cada vez que ésta oye el nombre "Juana",
ésta palabra siempre le producirá un sabor a chocolate, o a marisco -según el
nivel Sinestésico del individuo. En otra
forma común de sinestesia, las letras y dígitos se asocian con una percepción
simultánea de colores; y este fenómeno se conoce como Sinestesia Grafema-color.
Yo estoy convencido y persuadido de que
tengo que ser Sinestésico, porque apenas oigo la palabrita "político", siento inmediatamente un
horrible sabor a detrito en mis pobres, descuidadas e inocentes papilas. Vómito siempre le sigue a esta sensación.
Entonces, estos principios de experiencias
sensoriales reales e irreales se transportan a la realidad en varios y muy
diferentes aspectos. Yo discutiré sólo
uno aquí: La Orgánica.
La Semántica interpretada en "orgánica"
Antes de comenzar y para que no haya alguna infección "Para-Semantoide" de ningún tipo o determinado espécimen, esclarezcamos y especifiquemos puntualmente acerca de qué es el concepto o el paradigma de lo "Orgánico". Esto es importante porque en los Estados Unidos, y según la Asociación de Comercio Orgánico, los alimentos orgánicos se han convertido en una industria anual de más de $20 Billones. Es fácil dilucidar esto cuando uno se pasea por las atiborradas islas de los supermercados que anuncian sus alimentos "orgánicos"; pero ¿cuántas personas saben (o creen que saben) lo que están comprando? Por consiguiente la pregunta lógica es: ¿Exactamente, qué significa y abarca la etiqueta: "Orgánico"?
Les iba a dar una respuesta rápida como el
hambre, liviana como la moral sacerdotal, y concisa como la pobreza, pero como
estoy aburrido y tengo tiempo les daré una respuesta más "comprensiva e
itinerante".
Usted probablemente haya notado hace ya
bastante tiempo de que los llamados "productos
orgánicos" tienden a ser bastante caros (aparentemente los riegan con
agua mineral "Perrier",
"Pellegrino" o "Puyehue"). Estos altos precios se derivan en parte a que
la certificación para este género de alimentos cuesta bastante dinero, y en
parte debido a que el derecho de usar la palabra "orgánico/a" asociada
con el alimento en cuestión, requiere el cumplimiento de los estándares del
USDA (Departamento de Agricultura de los Estados Unidos), los que se
establecieron claramente en el año 2002. Incluso los alimentos importados tienen que cumplir
con los estos estándares antes de que puedan ser llamados orgánicos, y venderse
como tales. Hay que tener en cuenta de
que las reglas del USDA son tan estrictas como los estatutos de una "Pichanga"
escolar.
Para que un producto pueda recibir la
certificación de orgánico, los agricultores no pueden utilizar fertilizantes
sintéticos, pesticidas, biocidas u hormonas de ninguna clase en sus
plantaciones, sino que hasta por lo menos tres años completos desde el inicio
del sembradío. Además para este mismo
efecto, los animales tienen que ser alimentados solamente con alimentos
orgánicos en todo momento. Los cultivos
genéticamente modificados son prácticas prohibidas porque éstas son prácticas agriculturales
que generan altísimos niveles de contaminación. Además de esto, los procedimientos de
procesamiento, embalaje y envío son monitoreados rigurosamente. Todos los alimentos orgánicos deben mantenerse
separados físicamente y protegidos de cualquier contacto con los no-orgánicos
hasta que llegan a la tienda de comestibles.
¿Usted cree que su supermercado, o el boliche de la esquina donde usted
compra sus lechugüitas hace esto?
El problema es que son los organismos no
gubernamentales certificados por el USDA los que determinan si un producto puede
utilizar esta famosa la etiqueta ecológica. A pesar de que el gobierno hace esfuerzos para
monitorear de cerca cada paso del sistema, son las compañías privadas las que
les otorgan el sello de la "O" al producto terminado. Muchas de estas compañías ni siquiera
monitorean los procesos de desarrollo, otras aceptan coimas, y otras no pueden
hacer un buen trabajo en representación de los consumidores. Entonces, aunque los criterios del USDA sobre
las reglas de alimentos orgánicos cubren mucho terreno, la etiqueta
"orgánico" simplemente no significa mucho y tiene menos valor que el
Juramento del Abogado.
Por ejemplo, algunos grupos opositores (los
que nunca faltan) demandan de que la certificación debe incluír requerimientos
específicos para asegurarse de que los animales sean tratados con humanidad. Mientras que muchos agricultores orgánicos
tratan a sus animales en forma humanitaria como cuestión de principio, la
postura del USDA para ejercer autoridad sobre esta materia es como discurso
político: endeble y sin alcance. Las
imposiciones actuales solamente requieren de que los animales tengan acceso al
aire libre, una regla badulaque e inepta que no se puede hace cumplir, o
monitorear.
Un buen ejemplo de cómo saltarse las reglas
impunemente, es que una granja hizo caso omiso de los reglamentos de la USDA
simplemente cerrando las puertas de sus gallineros y de sus corrales de pollos,
pero sin ponerle candado o pestillo.
Técnicamente, los pollos tenían acceso autónomo al aire libre fuera de
sus corrales; pero nunca nadie les enseñó a los gallináceos cómo abrir las
puertas de sus corrales para poder salir.
¿Semántica? Pues sí.
¿Usted compra alimentos
"orgánicos"? ¿Qué organización
orgánica organiza la organicidad organizada de lo orgánico que usted consume inorgánicamente? El hecho de que las gallinas vivan promiscuamente
en un apretado y sucio corral y tengan sexo incontrolado con cuanto gallo adúltero
se las quiera "matar", las
hace a ellas "orgánicas"? ¿Y
usted se las come? ¿Cuántas manos desconocidas
y sucias cree usted que han manoseado y restregado las manipuladas ubres de las
sueltas vacas antes de que usted se tome este blanco fluído corporal animal al
que usted llama cándidamente: leche?(*) ¿Y usted se la toma? Cuidado con lo que toma y come, porque en
cuanto a lo orgánico; nadie sabe exactamente la naturaleza o procedencia del
"órgano" del cual estos alimentos provienen. ¿Y cuánto paga por ellos? ...digo yo.
Pero la Semántica comienza en las palabras
con que le ponemos etiquetas a las cosas.
Durante los últimos 6 a 8 años, una preocupación seria y más comprensiva
por el contenido de la etiqueta ecológica de la USDA ("Orgánico") se
ha intensificado cada vez más. En Agosto
del año 2008, la organización descubrió después de una larga investigación
confidencial de que 15 agencias de "control orgánico" no estaban
implementando los estándares mandados por la USDA, y amenazó a estas irresponsables
agencias con cerrarlas perentoriamente si no corregían todos sus fallidos
procedimientos en el lapso de un año. Si
bien esto significó un paso positivo en el esfuerzo por solucionar los
problemas vigentes, algunos grupos como la Unión de Consumidores Orgánicos
comentaron que los problemas de contaminación se debían a una arbitraria
consideración de ínfimas muestras de comida infiltrada o "plantada"
por los inspectores mismos (entre los que no estaban incluídos ni el
gallo, ni el tipo que apretujó las partes privadas de la vaca Bernardina).
En realidad los alimentos totalmente
orgánicos son casi inexistentes. El
hecho de que parte de alimentos no orgánicos son autorizados a mezclarse
con el contenido de aquellos productos con la etiqueta ecológica, en mi modesta
opinión, los convierte en alimentos "orgánicos contaminados". Hasta el año 2007 era perfectamente admisible
que se mezclaran cinco ingredientes no ecológicos predeterminados con los "productos
orgánicos" certificados. Es como
decir que el agua de la piscina donde usted y su familia se bañan está "limpia"
porque contiene solo un 12% de meado.
¿Qué cosas, no?
Para que lo sepa, los alimentos orgánicos
por los que paga demasiado dinero contienen hoy decenas de ingredientes y
rellenos no ecológicos, los que le venden a usted como "orgánicos". Encima de esta basura envasada hay que
incluír 19 colorantes de alimentos, los que son anilinas aditivas provenientes
de substancias como líquidos, talcos, gelatinas, y pastas provenientes de
minerales, vegetales y animales; curiosamente, los mismos aditivos que usted se
come en sus productos "orgánicos" son los que le ponen en abundancia a
esos horribles cosméticos que usa su suegra para cubrirse el lunar con pelos de
la narizota, a los farmacéuticos que le venden en la botica, las que también están
en las tiránicas tinturas con que su mujer se tiñe el pelo, en el color de esa
corbata infernal con que le propinaron a mansalva la última Pascua, y que también
se incluyen en la fabricación de productos hogareños, comida de animales y productos
médicos entre otros, los que incluyen deshechos intestinales de cerdo y lúpulo
(un primo de la marihuana).
¿Y cuál es la parte Semántica de ésto, su
inquisitiva mente le estará preguntando?
Bueno, está en la etiqueta:
La etiqueta semántica dice:
"sin
adición de azúcar"
Lo que en realidad quiere decir:
"no
se le ha agregado más azúcar de la que ya le hemos puesto".
La etiqueta semántica dice:
"sin
sal"
Lo que en realidad quiere decir:
"no
se le ha agregado más sal del montón que ya le hemos puesto".
La etiqueta semántica dice:
"bajo
contenido de aceites no-polisaturados"
Lo que en realidad quiere decir:
"usted
no tiene idea si hablo de aceites vegetales o animales, pero no importa porque
usted no tiene la más peregrina idea de qué son aceites no-polisaturados".
La etiqueta semántica dice:
"Cero
carbohidratos"
Lo que en realidad quiere decir:
"usted
no tiene idea si hablo de sacaroideas o de amilúminas, pero no importa porque
usted no tiene la más prostituta idea de lo que es uno, o el otro".
Espero que se acuerde de esto como se
acuerda de la dirección
de su casa.
Hay muchísimos más ejemplos de Semántica de
etiquetas, pero éstos creo son suficientes para ejemplarizar mi caso. La próxima vez que vea a un gil o a una
gilienta en el supermercado tratando de leer (y creer) lo que dice la etiqueta
del producto que quiere comprar; muérase de la risa antes de que otro de muera
de la risa de usted.
Desde hace unos 10.000 años atrás hasta el
año 1945 de la Era Común, toda la agricultura en la faz del planeta era
orgánica. Toda. En estos momentos y con respecto a lo que sea
que compre, sólo una cosa es cierta sobre el futuro de la industria de
alimentos orgánicos: mientras haya alimentos biológico procesados, habrá
etiquetas falaces, fraudulentas y delusorias como las esperanzas del pobre.
Bueno, suficiente de Semántica
Orgánica. Creo que con esto usted estará
sospechoso de cualquier alimento, y con esto espero hacerlo más sano y que se
preocupe más de lo que come, y de cuánto paga por ello. Como es hábito, costumbre y práctica de una
sociedad democrática, usted tiene el inalienable derecho de ignorar
completamente mis cariñosas advertencias y mis afables exhortaciones para con
el cuidado de su salud física y mental; por lo tanto usted tiene el derecho
garantizado de convertirse libremente en un guatón grasiento cabeza de chancho
que cuando se muera de un ataque al corazón, de una hemorragia cerebral, de una
diabetes galopante, o de cualquier otra complicación derivada –y no de una condición
de salud que usted no haya elegido y de la que pueda estar padeciendo hoy-
sino que de un producto inducido por el dudable beneficio de una completa
irresponsabilidad alimenticia, y de una porfía personal empecinada debida a su
comportamiento infantil irresponsable.
Entonces muérase cómo, y cuando quiera.
En el Horno habrá siempre espacio para usted.
Si esto le ha convencido sobre algunos
conceptos positivos de la Semántica, espero que usted viva una larga y
productiva vida, una vida feliz y sana, con un amplio almacenamiento emocional
positivo, y un volumen de carácter
que le brinde una visión encantadora de los años que le restan por vivir. Si esto le parece bien, quizá usted se pueda
convertir en una persona sinestésica que
cuando ve una hamburguesa del McDonald, sienta en su boca lo mismo que mis vapuleadas
papilas gustativas sienten cuando mis oídos escuchan la licenciosa e indecente
palabrita: "político", tan
orgánica como diarrea de vaca.
El Loco