De acuerdo con los infundados y kenodóxicos mitos
sobre la creación imbuídos en las incontables e indistinguibles religiones
abrahámicas, Adán y Eva fueron el primer hombre y la primera mujer en posar pié
sobre este patético planeta. Fíjese bien
que digo "la primera mujer"
porque en ningún escrito por anicular que éste pudiese ser; dice que Eva era la
"mujer de Adán". La ficticia y fantástica historia de Adán y
Eva es central en la creencia de que uno de estos incontables dioses creó a los
seres humanos y los puso a vivir en un "paraíso"(1) en la
tierra.
(1) Paraíso es una palabra
Persa y un concepto originado en la antigua Persia. Este concepto fué originalmente referido con
un único sustantivo que significa "un compuesto o jardín amurallado". De la raíz "pairi" (alrededor) y "daeza"
(pared, ladrillo), el historiador Jenofonte de Atenas tradujo la frase persa
"pairidaeza" a la versión griega "Paradeisos". Hoy, el concepto de "Paraíso" se
refiere al significado Europeo de Jardín del Paraíso debido a su significado lingüístico
Indo-adicional. Entonces el uso
religioso de "Paraíso" es menos original que mear en las murallas.
A pesar del engaño que Adán y Eva sufrieron a
manos de los manipuladores del Paraíso, se quedaron en el mismo lugar a las
afueras de éste, y formaron nuestro actual mundo el que ahora está cuajado de
sufrimiento, políticos, injusticia, abogados deshonestos, pobreza, y frailes
degenerados. Sin embargo, esta prodigiosa
ridiculez provee la base para la inconsciente creencia general de que la
humanidad es, en esencia; una sola familia, con todo el mundo descendiendo de
un solo par de antepasados originales.
¿Qué cosas, no?
Este fantasioso cuento sufrió una extensa y
diversificada elaboración para justificar y acomodar las diversas tradiciones
abrahámicas posteriores, por ende; las interpretaciones y creencias con
respecto a Adán y Eva y la historia que gira en torno a ellos, varía excesivamente
entre las innumerables religiones y sectas. En cualquier caso, parece que Adán y Eva
vivieron juntos y felices en este Paraíso por lo menos, por unos pocos
días.
Preguntas
del Autor: ¿Quién nombró a Adán y Eva con esos nombres tan poco
imaginativos? ¿De dónde salieron estos
nombres? Según el hebreo, Adán significa
"ser rojo", ¿sería comunista este tipo?, y según el mismo hebreo, Eva
significa "respirar". ¿Es ésto
una insinuación pornográfica o un inuendo sicalíptico? ¿Quién sabe?
Saber la respuesta a esta incógnita podría ser tan importante como
averiguar por qué y para qué sirven los vellos púbicos.
Como Adán era ciego y tonto, afortunadamente no
podía ver la horrible mancha carnosa oblonga con negros pendejos que Eva tenía
en la cara, producto de la pobre manipulación con que su creador la perpetró;
ni tampoco podía verle los dientes chuecos, ni las roídas uñas amarillentas de
las manos, ni la galopante infección de pie de atleta en los dedos y uñas de
los pies, ni el poto horrible que le colgaba desgraciado por detrás como un
viejo y flácido escroto de hipopótamo senil.
Por otro lado, como Eva era más sorda que el
Papa, no tenía que escuchar ni oír los gimoteos ni los lloriqueos narcisistas
de Adán, ni su infantil, necia y discriminatoria impenetrabilidad para recapacitar
o pensar lógicamente. Eva tampoco tenía
que oír los desagradables pedos y ronquidos que Adán soltaba durante aquellas
paradisíacas noches, ni tenía que enterarse del contenido verbal de las
estúpidas canciones que Adán tarareaba cuando deambulaba por el Paraíso porque
no tenía nada en que ocupar su tiempo sino en vagancia y haraganería.
Pero a pesar de todo esto, las malas lenguas
dicen que ellos vivían felices en este cómodo lugar el que no les costaba un
céntimo. Todo marcharía bien mientras
fueran buenos inquilinos y obedeciesen castizamente las reglas del propietario
del recinto; las que eran extremadamente simples: No comer los frutos de un
árbol de manzanas (o una fruta parecida porque no se identifica la naturaleza o
el género específico de la frutita ésta) que aparentemente le pertenecía al
dueño del inmueble.
Este predio era bastante aceptable y se supone
que era limpio aunque no se especifica claramente en dónde Adán y Eva se
deshacían de la basura que producían, o qué usaban como letrina, o si había
bidet(2) o nó. Las mascotas eran
bienvenidas –las que eran numerosas en este lugar-, no había que hacer lavado
de ropa porque andaban en pelotas, no tenían que trabajar, no tenían
obligaciones de ningún tipo, no se tenían que sacarse las pelusas del ombligo
porque no lo tenían, y no había suegras de ninguna especie. Esto último computaba por el 95% del éxito en
el concepto de felicidad en el Paraíso.
Más tarde, con el advenimiento de las suegras se jodió el Paraíso.
(2) La palabra
"bidet" se tomó prestada del Francés como un calque, o sea; una
traducción literal palabra por palabra de una palabra fiada de otro
idioma. El bidet es un inventito de lo más
mono y práctico que se utiliza principalmente para lavarse los genitales, el
perineo, las nalgas interiores, y el afamado ano. Entonces, una piraña en un
bidet resultaría un riesgo sumamente peligroso.
Es bien sabido en todos los círculos sociales del
planeta de que la ociosidad es la madre de todos los vicios y también la
gestadora de la desobediencia civil, por lo tanto; no tomó mucho tiempo para
que estos dos mogollones viviendo gratis en el Paraíso se metieran rápidamente en
líos. Aparentemente sus
"creadores" no planearon mucho sobre el futuro de sus imperfectas
creaturas, lo que prueba que en el "cielo" también hay políticos. Desafortunadamente
todas estas cosas comienzan de la misma manera: primero la haraganería seguida
de la ineficacia mental, y después se adhieren las malas juntas y las
conversaciones insubstanciales, para entonces resultar inevitablemente en la
delincuencia, e incluso en uxoricidio.
Gran cantidad de abogados deshonestos se saltan varios de estos pasos
para obtener el mismo resultado mas rápida y efectivamente.
Como consecuencia lógica de lo anterior, Adán y
Eva decidieron comer del fruto prohibido; no porque tenían hambre o falta de
surtido de alimentos o chucherías para sus yantares, sino porque eran sumamente
gazmoños por naturaleza. De acuerdo al
cuento, sus cuerpos fueron hechos de polvo, pero al parecer sus cerebros fueron
hechos de pavesa. Entonces, contra las
reglas del cacique celestial, se robaron una manzana, y se la comieron detrás
de un arbusto para que nadie los descubriese.
Nunca se supo dónde escondieron la coronta.
Como los ociosos dioses son más copuchentos que
una suegra sin amigas, rápidamente descubrieron el delito, y los desalojaron
del Paraíso; pero no antes de que Adán y Eva descubrieran que esta nueva droga
(la manzana) les había dado la facultad de saberlo todo. Y pasó lo que tenía que pasar: al igual que a
un púber de 14 años de edad, a Adán y a Eva rápidamente se les puso bastante negra
la cosa.
Hablando de ciertas cosas negras, este hecho
gatilló el nacimiento de las teorías e hipótesis sobre los Hoyos Negros del
espacio sideral donde, dependiendo de la masa y de las cargas de los Fermiones (Solitones)
Oscuros, ellos se podrían combinar o fusionar para crear otros Átomos Oscuros revolviendo
alrededor de su propia Química Oscura, sus Moléculas Oscuras y posiblemente formando
estructuras oscuras más complejas o sofisticadas; pero este oscuro asunto es
materia de otro pugilato científico sobre la energética y dinámica interacción
céntrica de la Materia Oscura; como por ejemplo, su nanoactividad causal en un sistema
de superfluído fermiótico. ¿Qué cosas,
no?
El enfrentamiento con la realidad fuera del
Paraíso llevaron a Adán y Eva a descubrir por ejemplo para qué sirven los
genitales y que éstos se pueden usar enclavadamente a modo de un simple
rompecabezas porque uno encaja perfectamente en el otro; descubrieron que la
caca huele mal; y se percataron de que los pelos de los sobacos no sirven para
nada. Eva también descubrió que sus senos
pueden ser un arma mortal para usarlos en contra del hombre, y Adán descubrió
que su pene servía para inflar mujeres.
Los dioses sintiéndose desobedecidos, los
expulsaron inmediatamente del Paraíso.
Una vez que los desalojaron y sin saber de cómo exactamente llegaron a
este estado de refugiados desamparados, quedaron a merced de los elementos y de
las desconocidas fuerzas de la naturaleza, y ésta; rápidamente los curó de su
sordera y de su ceguera, por lo tanto Adán y Eva se saltaron la adolescencia y
maduraron de golpe en cinco minutos, lo que puso su inconsciente estado marital
en circunstancias normales, tal como nos sucede a todos nosotros. En este momento no solamente se dieron cuenta
de su desnudez –lo que era un detalle insignificante-, sino que lo peor; es que
se dieron cuenta del tremendo lío en que se habían metido, lo que les traería
gatuperios surtidos y berenjenales insalvables en el futuro inmediato.
Nota:
Contrario a la creencia popular, Adán y Eva no
fueron expulsados del Edén por comerse el fruto prohibido del Árbol del
Conocimiento del Bien y el Mal como lo hicieron. La tentación de comer de este árbol fué una
meticulosa confabulación embaucadora divina con el fin de evitar que Adán y Eva
comieran del Árbol de la Vida, acto que les hubiese concedido a Adán y Eva vida
eterna. Convenientemente, esto nunca nos
lo dijeron los frailes ni se menciona en ninguno de los conciliábulos
domingueros en los nutridos templos del engaño.
Ambos árboles prohibidos están nombrados claramente en Génesis 2:9. Lea.
La única y simple razón de por qué Adán y Eva no
pudieron comer Árbol de la Vida está claramente explicada y esclarecida en
Génesis 3: 22-23: "Y dios dijo: He
aquí que Adán es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal: ahora, pues
no sea que no alargue su mano y tome también del Árbol de la Vida, y coma, y
viva para siempre".
Si esto hubiese pasado, Adán y Eva habrían pasado
a tener membrecía automática en el club de dioses, pero ahora como dioses
genuinos, y el dios que los creó no podría ya más jugar a ser dios con estas pobres
creaturas; y todo el embrollo de la creación habría sido un vergonzoso bochorno
canicular para el dios creador. Entonces
para evitar problemas y evitarse una vergüenza con sus colegas, el dios de
turno proscribió a Adán y Eva del Jardín de Edén (el que se quedó completamente
vacío y sin propósito) para que se las arreglaran solos. Dios tuvo suerte de que en ese tiempo no
existía el Servicio de Protección Infantil.
Aquí queda claro que a los dioses no les gusta la competencia.
Por otro lado, ¿para qué carajos existía el
Árbol de la Vida que daba vida eterna cuando todo lo existía en el Paraíso ya
era eterno e inmortal? ¿Redundancia
paradisíaca, error celestial, o falta de cacumen divino? ¡Quién sabe!
Otro gran error creacionista garrafal que nos
acompaña y perjudica hasta el día de hoy, es que estos inoperantes dioses le
dieron a Adán (de hecho al Hombre) un cerebro y un pene; pero no suficiente
sangre para poder operar los dos al mismo tiempo en forma efectiva. ¿Qué cosas, no?
Fuera del Edén
Al principio no fué tan malo para Adán y Eva
fuera del ahora vacante Paraíso, pero las cosas se pusieron peor a medida de
que pasaba el tiempo. Como los dos eran
un par de perfectos inútiles porque sus creadores de poco cacumen los equiparon
con la capacidad de no saber hacer nada, descubrieron de que los problemas,
anteriormente desconocidos para ellos; existían y eran muy numerosos. Al principio discutían sin mayores
contrariedades, pero después de que los problemas sin resolver se acumulaban a
un ritmo insostenible, argumentaban en forma más y más agresiva; y cuando
descubrieron que no se podían poner de acuerdo en casi nada, peleaban
ácidamente llamándose nombres e insultándose mutuamente.
Adán insultaba a Eva diciéndole que no se podía
distinguir si su cara estaba en la parte delantera o trasera de su cuerpo, y
Eva le devolvía la delicadeza abucheándole a Adán de que su herramienta era muy
corta, flaca; y que se desinflaba demasiado rápido.
Pero como la naturaleza humana es lo que es, y
como no tenían ropa ni cobijas, estaban obligados a dormir juntos para
defenderse de los elementos y del frío (todavía no habían descubierto el fuego
-eso pasó mucho después), entonces ocurrió lo que tiene que ineluctablemente
ocurrir cuando dos tibios y suaves cuerpos entran en desnudo y apretado
contacto: Adán infló a Eva. No una vez,
sino que varias. Como resultado de esta inesperada
pero entretenida actividad insufladora, tuvieron varios hijos: Caín, Abel,
Enoch y otros que la Biblia no quiere mencionar (como Seth que algunos dicen
que es Enoch). Y los problemas no
terminaron aquí, sino que apenas comenzaban.
Después de un tiempo, como Eva era la única
mujer sobre la faz de la Tierra, y como la herramienta de Adán estaba
desinflada e inservible, Eva se vió abocada a la tarea de poblar este nuevo y
amplio recinto en que ahora vivían (muchísimo más amplio que el Paraíso), así
que Enoch fué el primer encargado de suministrar un nuevo y más moderno
inflador para continuar con la inflación humana, acto que más tarde
clasificamos como parafilia-gerontofilia.
Y así, inesperadamente, se creó la profesión más antigua del mundo, y la
raza humana se degeneró debido a la suelta y concupiscente práctica de la endogamogénesis. El acto sexual de Eva y Enoch fué el primer
acto de paedogénesis registrado en nuestra historia, y el génesis de la
paedofilia –o pedofilia-; hoy, un acto meramente eclesiástico. Que quede claro que este arbitrario acto
nunca fué una partenogénesis. El incesto
lo improvisaron e implementaron corto tiempo después.
A estas alturas, los dioses les habían
abandonado completamente, o habían decidido negarles su paternalismo, o simplemente
los dioses no existían ya más. Esto fué
lo que les enseñó a descifrar el contenido del tamiz de la soledad, y es por
eso que los dioses ahora sólo viven en la imaginación de aquellos que aún no
toman responsabilidades por sus propios actos y por sus propias vidas. Este es un efectivo pero especulativo
mecanismo de defensa mental el que habilita la capacidad de echarle la culpa de
nuestras fallas al "destino",
a la "suerte", a la "fatalidad", o a que "dios lo quiere así", un concepto
tectomorónico de resguardo pecaminoso muy popular, pero menos práctico que la
electricidad en polvo.
Como todo lo que sube tiene que bajar, Adán y
Eva se estaban haciendo viejos y necesitaban de cuidados, de compañía, y de un
poco de avenencia para vivir juntos sin importar quién estaba en lo correcto, o
nó. Ahora con una creciente prole había
otros problemas que resolver: comida, ropa, habitación y jubilación. Hay algo inexplicablemente raro en lo de la
comida porque aún tenían manzanas para comer...
¿Una venganza divina, o un descuido de las inoperantes mentes divinas de
aquellos nunca vistos ni nunca oídos dioses que les crearon? ¿Qué cosas, no?
Las buenas relaciones que anteriormente habían
tenido en el Paraíso con los otros animales se deterioraron vertiginosamente
cuando Adán y Eva (y su ahora creciente y hambrienta prole) descubrieron que
aquellas creaturas divinas eran en realidad, comida móvil y ambulante. De aquí el McDonald's le copió a Adán y Eva
lo de Auto-Mac (Drive-thru).
Otro detalle es que en ningún escrito se
menciona que Adán y Eva fuesen casados en matrimonio, ni tampoco se tiene
ningún registro de ninguna ceremonia paradiasical que los amarrara de esa
forma, por lo tanto no tenían ninguna obligación legal del uno para con el
otro, pero aún así, vivieron juntos en cohabitación hasta que se murieron bien
muertos. Y vivieron tranquilos en este
estado de amancebamiento porque no había ningún fraile degenerado y metido en
lo que no le importa, que los rapapolvase por vivir en condiciones de
concubinato voluntario y espontáneo.
Esta pancarta mía de la imaginación histórica no
tiene nada de original porque muchos han escrito sobre este tan manido tema,
como por ejemplo el "Diario de Adán y Eva" de Samuel Langhorne
Clemens, más conocido por su seudónimo de pluma: Mark Twain. En su pintoresca obra Twain describe con un
fárrago de humor, ingeniosidad, sarcasmo, matices de ridiculez y surtidas
especulaciones filosóficas, el descubrimiento mutuo entre Adán y Eva.
La soledad es una enfermedad contagiosa de la epilogística
longevidad. El tamiz de la soledad es
como un colador de la realidad el cual –con la experiencia de la edad- comienza
a filtrar nuestros pensamientos, ideas, principios y sentimientos, y es por eso
es que a avanzada edad la vida luce tan diferente. Esto se acentúa enormemente con el hecho de
que ya no tenemos tanta gente alrededor nuestro, gente de "nuestra
edad" o "de nuestro tiempo" eso es; porque siempre hay gente
alrededor nuestro, pero aunque sean familia, éstos están ahora en la categoría
de "forasteros" en nuestras vidas porque funcionan en otra frecuencia
cuyos decibeles ya no podemos ya alcanzar ni compartir.
Nos ponemos lentos y medio despistados porque la
tecnología y los avances de la Humanidad nos complican la vida, y nos
convertimos en un mueble en que todo el mundo (más joven) revuelve alrededor o
franquea sin enterarse de que estamos allí, porque a estas alturas de senilidad;
la velocidad de la vida es demasiado para nosotros, entonces nos quedamos
atrás. Y la carrera de Ratas continúa su
indolente camino, y en la cual nos rezagamos un poco más cada día hasta que
estiramos la pata (o cagamos fuego como lo diría el Cacique-Toqui Araucano
Malloquete(3)) y nos vamos derecho al Horno.
(3) El gran Cacique Malloquete fué un valiente y osado Toqui Mapuche quien
condujo decididamente a un nutrido ejército de Moluches (o Aucas como
los nombraba el Inca del Perú) del norte de la región del río Biobío, en contra
del Gobernador español Pedro de Valdivia, con quien libraron la sangrienta
batalla de Quilacura, en el año 1546 de Su Majestad.
Y sí, Adán y Eva a pesar de tener una larga
prole alrededor de ellos, se sentían muy solos porque cuando entraron en los
agrestes, lentos y bucólicos terrenos de la senectud, Adán y Eva eran los
únicos viejos que existían en el planeta y estaban más solos que el centinela
del Faro del Fin del Mundo de Jules Gabriel Verne; autor quien murió
miserablemente de Diabetes Mellitus. La
soledad pesa y asusta porque no es solo un estado de cautiverio emocional, sino
porque es una realidad tañente en que la reclusión nos infecta el espíritu y
nos oxida la conciencia debido al incremento de la falta de contacto con otra
gente.
Otro detalle persistente que me carcome el coco
y me corroe la intelectualidad es que no entiendo cómo Adán y Eva se
comunicaban. Nunca se supo ni se
determinó que hubiese habido(4) un lenguage disponible para
que las primeras creaturas humanas del planeta –de acuerdo al estólido creacionismo-
pudiesen comunicarse. Basado en la
estultilocuencia de los escritos históricos, Adán y Eva no poseían un
lenguaje. ¿Entonces cómo coños éstos dos
se comunicaban? ¿Qué cosas, no?
(4) Esto es correcto porque para aquellos que
no dominan el idioma Castellano, esta frase glíptica corresponde a la forma del
Pretérito Pluscuamperfecto del Subjuntivo en su forma compuesta. Usted debe de saber de que en el Paraíso, el
Gerundio no existía. Este docto lenguaje
lo aprendí debida y cabalmente de nuestro increíble e inmortal Catedrático y
Preceptor de la Lengua Castellana, Don Selim Sadek Nifuri en el indeleble
Instituto Alonso de Ercilla de los dedicados Hermanos Maristas.
De acuerdo a los Peritos y Catedráticos de estas
ciencias del Lenguaje -porque como lo he mencionado anteriormente en varias
ocasiones, yo no sé un carajo de nada-, el origen del lenguaje (en todas sus
expresiones) en la especie Humana ha sido el tema central de las discusiones y
de la polémica académica durante interminables siglos, y de la que aún nadie
tiene la más emigrada idea o un peregrino consenso de cómo se originó y
desarrolló su ectogénesis, o su direccionalidad basada en el inconstante comportamiento
humano.
Tan complicado y quisquilloso es este oscuro
debate sobre el origen del lenguaje que en 1866, la Sociedad Lingüística de
París prohibió en todos los círculos intelectuales cualquier y todo debate
existente o futuro sobre este inextricable tema, una prohibición que se mantuvo
influyente en gran parte del mundo occidental hasta finales del siglo XX. Hoy, existen numerosas hipótesis sobre cómo,
por qué, cuándo y dónde podrían haber surgido nuestros idiomas, pero en esto, seguimos
más perdidos que el Teniente Bello(5).
(5) El Teniente Primero Alejandro Bello Silva
(1887 -. C 1914) fué un aviador chileno que desapareció durante su vuelo de
calificación para la certificación como piloto militar.
Alejandro fué el tercero de los cuatro hijos de José María
Bello (quien era hijo de Andrés Bello) y Ana Rosa Silva. Desde niño tuvo que vivir en Ancud, Chile; debido al
exilio de su padre después de la Guerra Civil chilena en 1891, también conocida
como la Revolución de 1891; un conflicto armado entre las fuerzas que apoyaban al
Congreso y las fuerzas que apoyaban al Presidente José Manuel Emiliano Balmaceda
Fernández, quien formaba parte de la aristocracia Basco-Castellana en Chile.
Las malas lenguas dicen que al Teniente Bello lo "desaparecieron".
Cosa sumamente curiosa es que solo tenemos un
alfabeto fonético, sin embargo poseemos dos abecedarios. Esto es porque al ser humano le encanta
complicarse la vida, enredar todos los asuntos, y hacer las cosas más
complicadas de lo que son, y sin ninguna necesidad para ello. Si usted compara los dos abecedarios
(Mayúsculas vs minúsculas), éstos son
indiscutiblemente diferentes. La única
letra que es algo similar entre estos dos abecedarios es la letra X; el resto
de estos signos a los que llamamos letras difiere completamente en forma y
representación gráfica entre su representación de "minúscula" y su
homóloga "mayúscula". ¿La
razón para esto? Si no es por joder, no
sé por qué. ¿Qué cosas, no?
¿Vé usted que hablando sobre Adán y Eva me
sumergí escabullida y solapadamente dentro de una amplia y diestra discusión
sobre el lenguaje humano, justito bajo sus narices? Mantenga sus defensas altas.
Volviendo al curioso e inexplicable tema del
lenguaje de Adán y Eva, hay que pensar de que los creadores también eran mudos
y faltos de lenguage simplemente porque esta pareja Paradisiacal fué creada a
la imagen y semejanza de sus creadores -según los perpetradores de la creación
humana- quienes probable y sensatamente deberían haber consultado con alguien
más informado sobre este peliagudo temita del lenguaje como por ejemplo, con
Don Charles Darwin.
¿Entonces cómo Eva podría haber entendido lo que
Adán murmuraba -y viceversa- si ellos no poseían un lenguaje entendible y
descifrable? ¡Inaudito! ¿Quizá se hacían señas con las manos, brazos,
dedos y sus cuerpos? ¿Quizá se daban
miradas llenas de intención? (si usted tiene suegra, entonces usted entiende
este ácido concepto nervioso-visual).
¿Quizá utilizaban una serie de ininteligibles sonidos guturales
acompañados de extraños ademanes? ¿Quizá
ampliaban un lenguaje puramente corporal por medio de dancitas o fandanguillos
cargados de inuendo? ¿Sabrían ellos
acerca de lenguaje Informativo, Expresivo, o Directivo?
La palabra "comunicación" se deriva
del Latín "commūnicāre", que significa "compartir"; por lo
tanto esto para mí es de suma importancia porque en mi concepción, el lenguaje
en cualquiera de sus múltiples formas y combinaciones es una actividad específica
con el solo propósito de intercambiar información entre dos o más personas, con
el fin ulterior de rendir o recibir los significados prácticos de destino, a
través de un organizado sistema colaborativo de señales, signos, códigos, y
reglas semióticas en un explícito y definitivo contexto sintomatológico. Entonces el "lenguaje" no es un
asunto simple de última hora.
Sin un lenguaje fonético articulatorio, acústico
o auditivo –esto sin incluír fonética y fonología- es prácticamente imposible
comunicarse con otros en forma efectiva, definida y clara. Hay muchos conceptos que requieren de un específico
lenguaje psíquico definido, sin expresión somática para poder entenderlos. En el lenguaje somático las palabras son
innecesarias, por ejemplo si usted tiene calor y se avienta aire en la cara con
una mano, su interlocutor sabrá inmediatamente que usted esta acalorado; si
usted pone cara de diarrea compungida y se sujeta el estómago con ambas manos
mientras que se arquea sobre su vientre, su interlocutor sabrá ipso facto que a usted le duele el
estómago, la güata, o las tripas; y para esto, no hay ninguna necesidad de
expresarse en forma parlante. Para otros
asuntos más conceptuales y complexos, es necesario poseer un lenguaje fonético
abstracto.
Ahora, de modo que podemos asumir bastante
inconcusamente de que Adán y Eva no poseían un lenguaje inmaterial avanzado,
necesariamente deberían haberse comunicado con un lenguaje somático gestual,
porque sin un lenguaje psíquico, Eva no podría expresarle a Adán de que ella
estaba temerosa del futuro, y Adán no podría haberle explicado a Eva que él tenía
planes.
Pero para otras cosas más mundanas, el lenguaje
mímico y titeresco funcionaba: Por ejemplo, Eva podía cazar un ratón,
degollarlo y ponérselo arriba entre las piernas para ilustrarle a Adán de que
ella estaba menstruando, y a su vez; Adán podría recoger un par de melones de
buen tamaño, y también colocárselos arriba entre las piernas y mientras apuntando
hacia los melones y hacia Eva alternativamente con su dedo índice, podía
comunicarle inequívocamente a Eva de que ésta lo tenía desquiciado y hartado.
Además, aparentemente el Paraíso no era tan
Paraíso después de todo porque allí no tenían casa, estaban desnudos, no tenían
trabajo ni dinero, ni seguridad contra la delincuencia, ni seguridad social, ni
nada y además, no protestaban. Si yo no
supiese mejor, a mi no me cabría ninguna duda que el Paraíso estaba en Chile
(por eso me vine a USA). ¿Qué cosas, no?
Esto le parecerá inverosímil, pero esta
pseudo-histórica aventurilla de Adán y Eva, incluyendo a la pobre y
discriminada serpiente que hablaba y decía la verdad y que además era antropóglota,
es escandalosa hasta sus raíces; entonces es ineludible, indefectible y
necesario recurrir a una explicación alegórica emblemática para zafarse de
disparates de envergaduras colosales como éste.
Pero en fin, usted crea lo que quiera creer porque la imaginación es
gratis, el castramiento moral es sin cargo, y la circuncisión mental cuesta muy
poco.
Lo que sea que hubiese pasado con esta insólita y
anormal pareja durante el resto de sus vidas en las periferias del Paraíso
realmente no importa porque al final del cuento, Adán y Eva se hicieron viejos,
su inducida evolución biológica llegó a su fin, y se murieron bien muertos como
cualquiera de nosotros lo hará más rato.
Lo más triste de todo esto, es que Adán y Eva nunca pudieron celebrar ni
el Día de La Madre, ni el Día del Padre.
Quizá lo único que resta por hacer como
resultado de este raro cuento, es agradecerles a nuestro patrilineal
Y-cromosómico Adán, y a nuestra matrilineal Mitocondrial Eva, los orígenes
ancestrales de nuestra naturaleza, aunque todo esto sea una chilindrinada
bíblica.
Otro detallito en el que nadie se fija es que el
viejo Noé muchísimos años después, tuvo que volver a repoblar la tierra porque
a los jodíos dioses arbitrariamente se les ocurrió ahogar a cuanto ser humano
pisaba la tierra, dejando al anciano Noé y a su reducida progenie el trabajo de
repoblar la anegada tierra. Lo
sospechoso es que había animales merecedores enredados en el entuerto, por lo
que creo aquí se inició la práctica de la zoogamia. Quizá de aquí se derivan las herencias
genéticas de los políticos infundiosos, de los siempre abyectos abogados, y de
los bizantinos frayes degenerados.
Para terminar este asinino bulo de Adán y Eva en
una forma épicamente poética, les ofrezco esta sencillamente armonizante pero
realista y axiomática cláusula paradisíaca proveniente de mi propia cosecha:
"Lo real es lo real, el resto; onanismo intelectual".
- RAG
El Loco