Carta a mi Hijo Lucas

Septiembre 11, 2016

Querido Lucas Martino,

Este día, es el primer aniversario de tu muerte.  Simplemente, no puedo describir lo mucho que te extraño y lo mucho que lloro por tí.  Mi corazón está helado debido a tu ausencia, pero también está tibio gracias a los recuerdos que tengo de tí.

Siempre miro a las estrellas porque una vez me dijiste que la sustancia con la que están hechos nuestros espíritus, procede únicamente de una lejana galaxia, desde el centro de la explosión del corazón de una mega-estrella moribunda; y lo que nos mantiene vivos, son las partículas de las cenizas de esta estrella.

Te he escrito esta "carta" pensando que quizá los cometas podrían llevártela y entregártela en ese lugar infinito donde estás morando ahora.  No he escrito todas las cosas que quería decirle, o todo lo que siento, o acerca de las cosas que abruman mi corazón sangrante.  Tengo tanto que decirte Lucas Martino, pero me temo que el Universo podría abrir mi carta para leer lo que hay dentro, y descubrir la intolerable profundidad de mi herida.


No puedo comenzar a articular lo mucho que significas para mí, y lo mucho que aún significas para mí en cada día de mi vida.  Nunca voy a llegar a abrazarte de nuevo, o besar tu frente como lo hacía a menudo, o decirte hola o adiós; y nunca sabré cuál fué tu último pensamiento.  Es una pérdida imposible.  Yo vivo sólo con la contemplación de las muchas cosas que me hubiese gustado haber hecho contigo, y ahora que estás tan lejos, nada de esto es posible.

Te escribo porque debes de saber cuánto enriqueciste mi vida y la vida de tantos otros.  Te amo tanto hijo, te extraño mucho, y espero que seas feliz donde quiera que estés Lucas Martino.  Estoy triste porque la cornucopia de donde las cosas bellas con que rociabas mi vida, se ha secado para siempre.

Con frecuencia visitas mis sueños con tu música, con la "Música de Lucas", y esos sueños tuyos le inyectan temporalmente vida a mi alma muerta, y me recuerdan que una vez tuve una viva.  Tu música es un reflejo de tus sentimientos profundos, y cuando sueño al compás de sus ritmos, es como si me estuvieses contando la historia de tus pensamientos.  Tengo una gran empatía con lo que debe haber sido el haber cargado con los sentimientos de tristeza que tenías.  Gracias a tí, ahora puedo entender lo que es la verdadera angustia.  Tu agradable música contiene apretadamente el dolor y la belleza, la felicidad y la tristeza; juntos como un poderoso mensaje de gran alcance, y con todo el poder de tu existencia.  Te amo tanto hijo, y te extraño tanto Lucas Martino.

Sé que voy a verte otra vez, allí donde las estrellas le hacen el amor al universo detrás de soles oscuros, donde no hay dolor ni tristeza, donde la unión es la sencillez intangible.  Sé que voy a verte de nuevo Lucas y volveré a disfrutar de la cercanía de tu increíble sonrisa, y mi espíritu estará libre de los corrosivos sentimientos que oprimen mi lastimosa y frágil naturaleza humana.  Ya estoy listo para ese viaje.  Yo sé que va a ocurrir durante el segundo de un día que se esconde lejos, allá dentro de muchos años, en ese oculto segundo en que tomaré mi último aliento, para luego exhalarlo y así dejarlo todo atrás para siempre.  Como tú lo hiciste.  Y estaré feliz.  Te lo prometo, Lucas, estaré feliz.  Es fácil esperar por ese lejano  e inevitable momento, porque nunca jamás he dejado de amarte.

Sé que nuestras vidas, aquellas que poseemos nosotros los seres vivientes, serán despedazadas una y otra vez más por los acontecimientos de la vida.  Es la naturaleza de la vida.  Después, tendremos algunos momentos felices para remendar las heridas, para aminorar el dolor, y para rellenar las vacías cuencas de nuestras lágrimas.  Pero no te preocupes de esto Lucas, porque tú ya sabes bien cómo funciona este negocio de la "vida". Tú lo sabes bien.  Es como si hubieses vivido cien años en dieciséis espléndidos años.  Mi corazón nunca se romperá de nuevo porque no hay un solo pedazo de él que pueda romperse una vez más.  Los trozos de mi corazón son tan infinitamente pequeños ahora, que no es posible que se rompan ni siquiera una vez más.

Ha pasado un año muy largo y también muy corto, y mi dolor y mi tristeza están todavía tan frescos y crudos como aquel terrible día en que te fuíste de mi vida.  Yo no sabía esto, pero el día que partiste, la cuenta regresiva para tu “Aniversario de Muerte”, ya había comenzado, y aquí estamos ahora.  Por favor, no dejes que las estrellas sepan de esto.  Estos pesados sentimientos van a durar por mucho tiempo Lucas, hasta que yo esté lo suficientemente viejo y gris, y cuando mi espíritu y mi corazón ya no me duelan más.  Esa será mi señal para iniciar mi viaje a verte de nuevo, Lucas Martino, a unirme a tí y regocijar una vez más mi espíritu con la cercanía de su sonrisa.

Ayer me recliné en silencio sobre el crujiente dintel de la puerta de la casa, un minuto antes de la medianoche.  Estaba rastreando el cielo a ver si podía ver la llegada de la fecha de tu “Aniversario de Muerte”, los que a veces nos traen los calendarios del tiempo.  Ví la brillante pero pálida luz de la frágil cola de un veloz cometa que cruzaba los misteriosos cielos oscuros; y por un segundo pensé que eras tú haciéndome señas.  Lo sé... es sólo mi distendida imaginación saturada de un millón de tus recuerdos, explotando en melancólica nostalgia.  Después de todo Lucas, tu “Aniversario de Muerte” se acerca imperecedero, y en este día estaré pensando en tí más intensamente.  Tu vida, tu sonrisa y tu espíritu tan libre me han  inspirado a ser un hombre mejor, mejor de lo que era ayer.  Gracias por eso Lucas.

Fuíste una persona tan increíble y un ser humano tan extraordinario, que me hubiese gustado poder haber pasado más tiempo contigo, aunque hubiese sido solo un día más...  Estuviste entre nosotros por tan corto tiempo, porque dieciséis años no son nada; nada en términos de tiempo, pero lo son un tesoro infinito de tu riqueza humana.  Pienso en tí todos los días y espero que seas feliz en el cielo.  Sí, dieciséis años es muy poco tiempo Lucas, un abrir y cerrar de ojos, un parpadeo de la existencia; y tienes que perdonarme otra vez Lucas, porque todavía no puedo comprender por qué nos dejaste.  Yo sé que tuviste una razón para alejarte de nosotros tan tempranamente, pero simplemente no puedo entenderlo; pero al mismo tiempo, no puedo agradecerte lo suficiente por quién eras como persona y como hijo.  Tu invencible espíritu ha realmente inspirado a muchas personas, incluyendo a tu familia que te ama tanto.  Tu gran corazón y tu sorprendente sonrisa jamás serán olvidados.  Te amaré hasta la muerte hijo, siempre lo haré.  Muchas gracias por todo lo que hiciste por mí.

Brevem vita tuam, sed sunt perpetuo memoria.  Tu vida fué corta, pero los recuerdos de tí son para siempre.  ¡Oh! ¡Eras tan joven, demasiado joven Lucas!  Sin embargo, nuestros recuerdos de tí no se desvanecerán jamás.  No te he visto ya por un año, pero todavía oigo tu estridente risa en mi corazón, y tengo tus sonrisas estampadas en mi espíritu.  No tienes idea de lo mucho que te extraño.

Muchas veces me siento solo y con la necesidad de tu ausente compañía Lucas, al igual que las olas del océano necesitan la playa para existir, al igual que las flores necesitan el sol para florecer, al igual que el valle necesita de las montañas para poder ser; pero tú no estás aquí...  Eso me pone tan triste.  Pero voy a esperar para verte de nuevo Lucas, al igual como la cigarra espera la mayor parte de su vida bajo tierra, para un día emerger y cantarle toda su vida al éter, al igual que un depredador con paciencia y en silencio acecha su presa, al igual que el oso que duerme un largo tiempo esperando que la primavera lo despierte; y luego, cuando mi tiempo llegue; iré a verte de nuevo Lucas.

Sé que tu madre, tu hermana y tu hermano se sienten de la misma manera que me siento yo, pero tal vez de una manera más profunda porque ellos tienen espíritus más fuertes, corazones más grandes, y almas más profundas que la mía.  Son mucho más valientes y más bellos seres humanos de lo que yo pudiese nunca llegar a ser.  Su fuerza no proviene de las cosas que pueden hacer, sino que de las colosales cosas que pueden superar.  Se trata de una fuerza extraordinaria que sólo puedo soñar con poseer.  La gente que no cree en súper héroes, es porque no conoce a mi familia.

Y cuando te vea de nuevo Lucas, las violetas marchitas recuperarán su color, la lluvia va a cantar otra vez en el suelo, el pabilo apagado volverá a alumbrar una vez más, el caldero al final del arcoíris se llenará por segunda vez; y el profundo dolor y la devastadora tristeza se disiparán de mi corazón hasta llegar a ser solo una mala y muy lejana memoria.

Hasta que llegue ese momento Lucas, estaré soñando con antiguos dragones mágicos y siderales, con fantásticas estrellas salvajes y primordiales, y con la gracia infinita de tu hermosa y sincera sonrisa, porque todo esto vive en mi imaginación, y porque mi imaginación es el pensamiento más alto que poseo.

Te amo
Tu imperfecto padre.

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El Loco