Los Americanos amamos la Vida y la Libertad. Las amamos tanto así que estamos dispuestos a partir rumbo al infierno sin previo aviso y en un segundo, y agarrarnos a bofetadas con el negro Lucifer por defenderlas si es preciso, y hasta cuando sea preciso.
Los Americanos amamos la Libertad. La amamos tanto así que estamos siempre preparados a dar la vida en un segundo por resguardar sus banderas pintadas con el heroísmo y la valentía de las edades de nuestra patria. Los Americanos defendemos la Libertad de cualquiera, y no sólo la nuestra, y lo hacemos independientemente de lo que algunos cobardes esbirros y otros traidores sicarios puedan decir acerca de "intereses creados" o "agendas ocultas". La muerte no tiene agendas ocultas cuando te mira a la cara, y nuestros muchachos, nuestros soldados, miran a la muerte en la cara sin tapujos ni temor.
Los Americanos amamos la Vida, no solo nuestras vidas, sino que también las vidas de los demás, las defendemos, las protegemos, las amparamos, las asilamos, y estamos dispuestos a sacar la cara por ellas en cualquier punto del planeta. No señor, los Americanos no nos regocijamos con la muerte. La muerte nos gusta tan poco como le gusta a usted, le tenemos tanto miedo como el miedo que usted le tiene; y nos gusta menos que a usted el ver morir a un ser humano, de cualquier calaña que éste sea.
Nosotros los Americanos no somos mejores ni más valientes que ninguno de los otros seres humanos que habitan el planeta. Nosotros nos diferenciamos del resto de la humanidad solamente porque nosotros tenemos los cojones bien puestos, y en forma permanente.
Bien dicho lo anterior, hay una par de hilachas que no me puedo explicar. La primera, El Premio Nobel; y la segunda, la muerte de Osama Bin Laden.
Entiendo que vivimos en un impar planeta, pero también entiendo que vivimos paralelamente en varios "mundos". Estos mundos los forjan nuestras culturas, nuestras idiosincrasias, nuestras perspectivas, nuestros intereses, y nuestra visión de qué es lo que es la vida. Pues bien, desde el mundo de las perspectivas es que viene esta cábala.
Yo siempre pensé que el afamado y codiciado Premio Nobel se le otorgaba a un ciudadano del planeta, a quien ha invertido la mayor parte de su vida en busca de un beneficio verdadero y palpable para la raza humana, a un ser que ejecuta descubrimientos sobresalientes, a alguien que lleve a cabo el mayor beneficio a la humanidad o contribución notable a la sociedad; esto desde 1895.
Últimamente varios personajes han recibido un surtido absurdo de premios Nobel, y digo esto porque no sé nada, porque no soy nadie, y porque tengo una desinformada e inválida cábala; de cualquier otra forma, si no estoy equivocado, el premio Nobel deberá entonces otorgarse gratis junto con las comidas de niños del McDonald's. ¿Por qué? Premios Nobel se dan ahora por simples esfuerzos como "contribución a la reflexión y acción mundial contra el cambio climático"; mi abuelita hacía eso y no le dieron ningún
premio.
Otro premio otorgado a una lesbiana por ser una "socióloga feminista, pacifista y reformadora"; pero la iglesia ahora a éstas las excomulgan. Y a otro le dieron el Premio Nobel de la Paz por empezar guerras y matar gente a diestra y siniestra. Humm… Pareciera ser que el premio Nobel está sirviendo el mundo de los "intereses creados", u otro de aquellos comodones mundos en que vivimos usted, yo y los demás. Hay otros ejemplos, pero no me puedo pasar de 5450 letras contando los espacios en blanco.
A la postre, me conjeturo angustiosamente después de rumiar concienzudamente sobre estos tristes hechos, y me pregunto sórdidamente ¿qué valor real y honesto tiene hoy, en mi humilde pero llana opinión, el manido premio Nobel? Creo que para evitar susceptibilidades, este premio debería ser póstumo, cuando ya no haya conflicto con la Vida ni con la Libertad.
He mencionado claramente arriba que los Americanos amamos, respetamos y defendemos la Vida a cualquier precio. La vida de seres humanos, esto es. Hace poco matamos a Osama Bin Laden para el regocijo y la celebración de la mayor parte de la humanidad. Cabe aclarar aquí que Osama Bin Laden no estaba hecho de fibras humanas, así que el regocijo no es por eliminar una vida humana. Este engendro era un cobarde asesino y traidor, una peste hedionda que flagelaba la humanidad, era un declarado yerro genético monumental que debía ser eliminado. Eso es todo. Disfrute.
El Loco
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