Para poder entender a este circunspecto
pájaro y poder evaluar y valorizar su increíble y masiva influencia en la raza
humana, primero tenemos que conocer mejor a este sorprendente y extraordinario Gallus gallus Domesticus. Alias: La Gallina.
Me decidí
a escribir sobre este comedido gallináceo porque el otro día –como siempre
ocurre- me acordé de un suceso que ocurrió mientras estudiaba Ingeniería en la
Universidad Santa María en Valparaíso, Chile.
Nada cebó este recuerdo; ni una imagen, ni una coincidencia, ni una peripecia. Las cosas e ideas simplemente surgen rápidas,
repentinas, y en forma aleatoria en mi cabeza, tal como se hacen presentes
los terremotos y los pedos inesperados.
Simplemente concurren a mi realidad sin invitación alguna, y por arte de
magia.
Cuando
recorría los amplios y serenos patios de la gloriosa y memorable Universidad Técnica
Federico Santa María; antes, entre, y después de las clases yo solía colocar
furtivamente en las murallas –o en cualquier superficie altamente visible- una
pequeña etiqueta engomada de un centímetro de ancho y dos de largo con la
siguiente leyenda impresa en ella: "Por
aquí pasó la gallina". Además,
este marbete llevaba dibujado unas intrigantes huellas de pisadas de
gallina. Desparramaba incógnitamente estas
etiquetas por doquiera que yo andaba y preocupándome de que nadie me
descubriera. Nunca nadie lo hizo.
Me
entretenía mucho mirar a los transeúntes, profesores, mentores y alumnos
pararse momentáneamente a leer la etiqueta, y a veces, a comentar sobre
ella. Varias veces me acerqué casualmente
al grupo que leía uno de mis rótulos para escuchar los comentarios que se
hacían y que variaban desde leerla, agitar la cabeza en consternación, y
alejarse tan raudamente como habían llegado al lugar; a otros que obviamente no
tenían mucho que hacer y se conglomeraban a hacer comentarios sobre la leyenda,
las huellas, y tratar de elucubrar como descubrir al perpetrador de semejante
intriga gallinácea. En un par de semanas,
"Por aquí pasó la gallina"
estaba en la cabeza y pensamientos de todo el alumnado y el cuerpo docente de
este lugar de estudios, y nadie tenía la más peregrina idea del origen de este hierático
y sigiloso enigma. Este desnudo enigma de
la etiquetita engomada de "Por aquí
pasó la gallina" nunca fué resuelto por ninguno de mis contemporáneos. ¿Fué esto Ingeniería haciendo su
trabajo? No. Simplemente Psicología de masas, y porque me
divertía grandemente.
Esto es
solo una referencia a mis casuales e imponderables pensamientos, pero quiero
hablar aquí de la gallina real sin importar por donde ella haya pasado, o de
quién es el padre de sus huevos porque no quiero sembrar cizaña (1)
en el establecimiento del avem Gallus gallus Domesticus.
(1) La cizaña (Lolium Temulentum) es una maleza rastrojera que tiene mucho
en común con cierta basura sub-humana que contamina nuestras sociedades. Lolium es el nombre genérico que Publius
Vergilius Marone, el antiguo poeta Romano de la época de Augusto le dió a esta
problemática maleza. Esta maleza crece
en las zonas productoras de trigo y esta plantucha está parasitada por un
hongo tóxico, el cual produce un veneno que se acumula en el grano y lo ponzoña
a un punto que es mortífero para el consumo humano. De ahí viene su estricta similitud con los
políticos, los abogados deshonestos y los sacerdotes degenerados.
También
en esa época estudiantil, la gallina tenía un nexo profundamente arraigado con
nuestras exaltadas y galopantes juventudes.
En aquellos memorables e inolvidables tiempos, muy seguido me venían
unos impulsos obstinadamente homicidas estertóricos y empecinados que en las
noches de luna llena (en realidad en cualquier noche), me inducían con un
poderoso impulso irremediable e incontenible de querer "matar la gallina" (2). Estos asesinatos impulsivos, consecuencia de
los efectos naturales y propios de nuestra superproducción de hormonas, nos
convertían en el típico caso del extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde, y
salíamos por la noche en busca de las víctimas que sucumbirían a nuestro
"puñal de cuero".
(2) La
serendipitesca expresión: "matar la gallina", en Chile tiene una
connotación sexual afrodisíaca y libidinosa, y a la vez; erótica, genital,
carnal y amatoria. Para los efectos
parlante-lingüísticos y etnofonéticos de significado imbuído; la expresión
significa: culiar.
Como todos saben, la famosa gallina es un
ave domesticada, una subespecie del ave roja salvaje. Está coronada entre los animales domésticos
más numerosamente comunes en la faz de la Tierra, con una población ebullente y
constantemente creciente de la que un censo en 2003 arrojó más de 24 mil
millones de integrantes. Hay más gallinas
en el planeta que cualquier otra especie de pájaro incluyendo al pájaro loco;
las que nosotros los hambrientos seres humanos las usamos principalmente como una
fuente de alimentación, consumiendo su carne y sus huevos; y el resto, lo
usamos para manufacturar una miríada de subproductos mayormente domésticos.
Se cree que la domesticación más antigua
conocida hasta la fecha de la gallina se produjo en el norte de China unos 8.000
a 10.000 años antes de la Era Común (AEC).
Esto se determinó a partir de la datación arqueológica por radiocarbono
de los huesos de pollo. Estudios
genéticos anteriores a esta datación, rubrican múltiples orígenes maternos en
el Este y Sureste Asiático, pero la rama descendiente o "Klados"
encontradas en las Américas, Europa, el Medio Este y en África, se originaron
en el subcontinente Indio. Desde la
India entonces, el viajero pollo casero fué importado a Lydia (actualmente
Turquía) en el Oeste del Asia Menor y Grecia por allá por el siglo V antes de
la Era Común (AEC). En Egipto desde
mediados del siglo 15 AEC, la gallina se conocía como "el pájaro que da a luz todos los días".
También contribuye a la creencia de que la
domesticación temprana de la gallina se originó en el sudeste asiático, es
probable porque la palabra para denominar al pollo doméstico: "Manuk", se deriva de la
reconstruída lengua Proto-Austronesia, hablada por la cultura Lapita, los que
criaban perros, cerdos, y gallinas como animales domésticos. La cultura Lapita fué la primera cultura
neolítica de Oceanía, quienes eran habitantes prehistóricos de Océano Pacífico
desde 1,600 AEC hasta el año 500 AEC. Los
arqueólogos piensan que los Lapitas fueron los antepasados de las culturas
históricas en la Polinesia, Micronesia, y algunas zonas costeras de Melanesia.
Un dato curioso que se atañe a los chilenos,
es que también se cree que después de que la gallina llegó a la Polinesia por
los Lapitas hace unos 3.300 años atrás, arribó a las Américas. Aunque muchos historiadores suponen (acuérdese
que solo los tontos suponen) que la gallina domestica había sido traída a las
Américas por los conquistadores españoles, pero esta teoría fué derrotada
porque se encontraron restos gallináceos precolombinos de esta especie en
varios sitios a través de todo el continente americano, especialmente en la
zona de "El Arenal-1" en Chile, que datan cerca del año 1350 de la
Era Común. Las gallinas Castellanas del navegante
Español Cristóbal Colom llegaron atrasadas a las Américas por lo menos unos 150
años, mientras que El Trauco
ya comía gallinas "al palo" en Talcahuano.
El Arenal-1 es un sitio arqueológico en la
península de Arauco ubicada en el centro sur de Chile (Talcahuano), donde se ha
identificado evidencia directa de contacto pre-colombino con la gente de mar de
la Polinesia, entre los años 1300-1420 de la Era Común. El sitio se encuentra a 3 km hacia el
interior desde el lado sur de la península de Arauco.
Los artefactos encontrados en El Arenal-1
incluyen cerámica y otros objetos que ilustran una directa conexión con el
complejo horticultural "El Vergel", lugar en Chile en que ya estos
horticultores vivían aproximadamente entre los años 1000 y 1500 de la Era
Común. Estas fechas se han determinado
usando termoluminiscencia en cerámica, las que sugieren que El Arenal-1 fué
ocupado entre aproximadamente los años 700 y 1390 de la Era Común.
En el 2014, una reciente secuencia obtenida
de ADN antiguo y moderno de los gallináceos en cuestión (Thomson et al.), identificó
los presuntos marcadores genéticos de las auténticas gallinas polinésicas. Los científicos atestiguan que entre los
pollos de la Polinesia hay un grupo determinado de ADN mitocondrial llamado Haplogrupo
D, que es la rúbrica del linaje gestador de las gallinas Polinésicas. El Haplogrupo E es la pieza clave de evidencia
genética para establecer la presencia precolombina de las gallinas de la
Polinesia en la costa de América del Sur.
Thompson dice que la presencia del Haplogrupo E existe tanto en las
gallinas de Rapa Nui (Isla de Pascua)
como en el área costera de El Arenal-1 en Chile.
Thomson y sus colegas argumentan que la
presencia del Haplogrupo E en pollos de Rapa Nui es la contaminación. Si los pollos ya estaban contaminados a esta
altura, esto es prueba fehaciente de la temprana presencia de políticos
halitosos de mentalidad "foetor ex
ore" en el área afectada. En
todo caso, no es culpa de las gallinas. O
sea que la gallina es más vieja que mear en las murallas.
La Leyenda
Esta es la historia de cómo la gallina
salvo a la civilización Occidental y de cómo conquistó el mundo. Se dice que la epopeya comenzó hace unos 10.000 años atrás en una perdida y
primitiva selva asiática, y que ahora la gallina se ha establecido en todas las
cocinas del planeta.
Según la leyenda, este sabroso pajarraco que salvó a la civilización occidental fué casualmente descubierto en el costado de una carretera en Grecia, durante la primera década del siglo V antes de la Era Común. La leyenda nos cuenta que el general ateniense Temístocles (cuyo nombre significa: "Gloria de la Ley:) y que participó en la batalla de Maratón y combatió a los Persas en dos invasiones; iba en camino para hacerle frente a las fuerzas persas invasoras cuando se detuvo en su marcha para observar a dos gallos de pelea que estaban trenzados en singular y mortal combate, y entonces llamó a sus tropas diciéndoles: "He aquí, éstos no luchan por sus dioses domésticos, ni por los monumentos de sus antepasados, ni por gloria, por libertad o por la seguridad de sus hijos, pelean sólo porque uno no le va a ceder el paso al otro".
La historia no
describe que fué lo que pasó con el gallo perdedor, ni tampoco explica por qué
los soldados encontraron este abierto despliegue de agresión instintiva y sin
sentido como una profunda fuente de inspiración en vez de pensar que esta riña
de gallos, era inútil y deprimente. Pero
la historia cuenta de que los griegos se arengaron tanto con este hecho, que inspirados
y suscitados repelieron a los perversos persas invasores de mierda. Basados en esta leyenda, entonces la
preservación de la civilización occidental que conocemos hoy hay que
agradecérsela con honores a esas plumíferas y belicosas criaturas a las cuales hoy
recordamos comiéndonoslas apanadas, fritas, asadas, en sopa, o bañándolas en la
salsa de nuestra elección; con lo que la gallina (o el pollo) se ha convertido
en la comida ubicua e ineluctable de nuestra era,
cruzando fronteras culturales, políticas, etnolingüísticas y físicas con una facilidad
pasmosa.
La gallina cruzó
desde su cultura guerrera al ambiente culinario con el advenimiento de la
segunda(3) revolución industrial. Según lo que nuestros arqueólogos han
descubierto y saben hasta la fecha, estas aves fueron domesticadas inicialmente,
no para comérselas; sino que para peleas de gallos. Cuando llegó la era de la producción
industrial en gran escala en el siglo 20, la contribución económica y
nutricional de los pollos dejó de ser modesta.
(3) La Primera Revolución Industrial fué el proceso de transformación económica,
social y Tecnológica que se inició en la segunda mitad del siglo XVIII en Gran
Bretaña, y que se extendió unas décadas más tarde en gran parte de Europa
occidental y en los Estados Unidos, la
que concluyó entre 1820 y 1840 .
Incluso el Griego
fabulista Esopo usó las gallinas para sus fabulas y enseñanzas. Esopo era un personaje de aspecto realmente repugnante. Era barrigón, poseía un torso cortísimo y
deforme, su cabeza era también deforme, poseía una enorme nariz chata, era de
piel oscura, enanoide, cojo patizambo, no podía abrir los ojos completamente, su
labios oscuros parecían pedazos de hígado, en otras palabras; la humanidad física
de Esopo ilustraba a una monstruosidad mirífica que hacía lucir bien hasta al
Chupacabras, pero a pesar de todo esto; su cerebro era el de un Titán colosal.
Solo con el
propósito de ilustrar mi historia, les recordaré una fábula de Esopo sobre las
gallinas.
En
una granja perdida en el campo, en un amplio y cómodo corral vivían una parvada
de gallinas. Algunas de estas gallinas
estaban muy bien nutridas y cebadas; y otras, se veían bastante más flacas y
desmedradas. Como en toda sociedad,
estos grupos estaban separados por el ancestral clasismo que afecta a todas las
criaturas de la faz de la tierra.
Las gallinas gordas y mofletudas, orgullosas de su buena y saludable apariencia
y proporciones, constantemente se burlaban de las gallinas escuálidas y
desnutridas, y se burlaban de ellas mofándose de su apariencia. Las insultaban llamándolas huesudas, desgarbadas,
muertas de hambre, enfermizas, depauperadas, etc., y todo porque estas gallinas
eran más flacas que canilla de canario.
Cuando llegó el Año Nuevo, el pueblo cercano se preparaba para una fiesta, y el
dueño de las gallinas ofreció algunas de sus gallinas para preparar algunos
platos para el banquete de la festividad.
Entonces el granjero se fué presto al gallinero, y eligió las mejores gallinas
que tenía.
La elección no fué nada de difícil. El granjero se precipitó veloz sobre unas
cuantas de las gallinas más regordetas que tenía, y cogiéndolas por las patas,
les estiró el cogote con un habilidoso movimiento, y las mató. Las otras gallinas orondas corrían en pánico
total por el gallinero tratando de salvar sus vidas, mientras que las gallinas
flacas observaban la hecatombe gallinácea sin inmutarse.
Cuando
el granjero tuvo las gallinas que necesitaba, dejó el gallinero y regresó a su
casa dejando al resto de las gallinas guatonas en estado de pavura. Entonces cuando las gallinas gordas se dieron
cuenta de su fatal destino, envidiaron la mejor suerte de sus compañeras flacas
y esqueléticas, y nunca más se burlaron de ellas.
Esopo
siempre tenía una moraleja en sus fabulas, y la moraleja para ésta es:
No
despreciemos jamás a los débiles; quizá tengan algunas ventajas sobre nosotros.
-Aesop-
Nota del Autor:
Cuando el granjero
"mató las gallinas", esto no tiene nada que ver con la apostilla reseñada
anteriormente en esta gallinácea crónica.
Previamente a este
suceso, la gallina no pudo competir con el caballo o el buey o la mula quienes
movían a la humanidad sobre sus veloces y poderosos cascos, así que la gallina
no pudo hacer nada para cambiar el curso de la historia humana aparte de haber
salvado nuestra civilización Occidental, pero cuando la segunda patita de la
revolución industrial se concretó, la gallina se convirtió en un elemento
esencial para la subsistencia humana en el planeta.
La gallina
alcanzó su reconocido estrellato en el año 2004 cuando un equipo internacional
de genetistas obtuvo por primera vez un mapa completo del genoma de la extraordinaria
y asombrosa gallina. La gallina fué el
primer animal domesticado, el primer pájaro, y como resultante evolutivo; el
primer descendiente de los dinosaurios; por lo tanto: ¡Honor y Gloria a la
Gallina!
El mapa del
genoma de la gallina suministra una excelente oportunidad para facilitar el estudio
de cómo milenios de domesticación puede alterar una especie en forma tan amplia
y dinámica. En un proyecto liderado por
la Universidad de Uppsala de Suecia, donde Michael Zody –un Biólogo Computacional
que desarrolla estudios sobre genética en el Instituto Broad de Harvard y el Instituto
de Tecnología de Massachusetts (MIT)- y sus colegas han estado investigando las
diferencias entre el la gallina selvática roja (red junglefowl) y sus
descendientes de corral, nuestras contemporáneas gallinas; incluyendo las "razas"
de gallinas criadas para producir cantidades prodigiosas de huevos, y la clase
"broiler", raza que es regordeta y con mucha carne.
Estos brillantes
investigadores encontraron una serie de mutaciones fundamentales en un gen llamado
TBC1D1, que es el que regula el metabolismo de la glucosa. En el genoma humano, las mutaciones en este específico
gen se han asociado con la obesidad. Con
esto se establece que los guatones son medios gallináceos, pero contrario a
esto; esta mutación genética en las gallinas destinadas a la mesa de comer, es
un rasgo positivo en esta criatura.
Otra mutación transcendental
que resultó de la cría selectiva, es en el gen receptor de la hormona
estimulante de la tiroides llamada TSHR. En los animales salvajes este gen coordina la
reproducción con la duración del día y las temporadas meteorológicas confinando
la reproducción y cría a temporadas específicas. La mutación que permitió incapacitar las
facultades hereditarias de este gen ahora les permite a las gallinas criar y
ponen huevos todos los días del año.
¿Qué cosas, no?
La Gallina hoy
Según las
estadísticas recolectadas por la Organización de las Naciones Unidas para la
Agricultura y la Alimentación, en el año 2011 la cantidad de gallinas en el
planeta pasaba los 19 billones, aproximadamente tres gallinas por persona. El ganado es segundo en la carrera de reproducción,
seguidos por los políticos; ¡perdón, por los cerdos!, y finalmente las ovejas.
Con tantas bocas
que alimentar, China es el líder mundial en el número de gallinas, cerdos y
ovejas, mientras que Brasil lidera la producción de ganado para los amantes de
la carne de vaca muerta, la India y su reverencia por este Bovinae, sostiene el primer lugar en el mundo con en el mayor
número de ganado, sagrado; o nó. Expresado
en número de ganado en general per cápita, Nueva Zelanda tiene la distinción como
el pastor ganadero más productivo del mundo con 7,5 ovejas neozelandesas por
cabeza humana; y también es el segundo productor mundial de ganado con 2,3
vacas por persona. El productor número
uno del mundo en vacas (yo no compilé estas estadísticas), es la República
Oriental del Uruguay (no sabía que había tantos chinos en Uruguay) con un
promedio de 3,7 vacas por ciudadano. En
cuanto a las gallinas, el Estado Soberano de Brunei, un país del tamaño del Estado
de Delaware en USA; o un poco más grande que la Ciudad de Buenos Aires en Argentina,
lleva la Guaripola (batuta para los deschilenizados) en la producción de aves,
sosteniendo el récord de 40 pajarracos por persona. ¿Qué cosas, no?
En los Estados
Unidos el consumo promedio anual de gallina por persona en 1965 fué de 44.4
libras, y basados en las estadísticas que no mienten, el consumo
promedio de gallina por gringo en el año 2016 va a ser de 107.6
libras, unos 49 kilos. El consumo de
carne de vaca para el 2016 se calcula en 55 libras por persona, una disminución
desde 74.7 libras por persona en 1965.
Para que anote en su récord, los malditos políticos desgraciados producen
más mierda que pollo y carne combinados en el planeta, pero es lo que hay.
El comercio de la
carne de gallina es un gran negocio mundial.
Según la USDA, solamente en los Estados Unidos (porque aquí hay más
guatones grasientos que en ninguna otra parte del sistema solar) en el año 2009
se produjeron 8.6 billones de gallinas.
Desde ese tiempo dejaron de contar...
porque la producción de gallinas se elevó desde 1,381 millones de libras
en 1950, a 40.932 millones de libras en 2013 en términos de carne de consumo. Si consideramos que el precio promedio por
libra de carne procesada se estima en US$2.10 por libra para el 2016, el
negocito dejaría unos US$85.957.200.000,00 al año. ¡Chuuuchas!
Pero la gallina
doméstica no es sólo una fuente de proteínas y huevos, sino que empaquetan
mucho más debajo de sus plumas de lo que uno puede ver.
La Realidad de la Gallina
·
Las
gallinas domesticadas han sido criados por los seres humanos asiáticos desde las
selvas del Asia.
·
Los
científicos han demostrado que las gallinas madres despliegan signos de empatía
por sus pollitos.
·
Los
pollos son capaces de recordar y reconocer más de 100 caras; también pueden
reconocer los güeones de los seres humanos.
·
Al
igual que otras aves y mamíferos, las gallinas experimentan le etapa REM
durante el sueño.
·
Los
pollos tienen un comportamiento social muy sofisticado con una jerarquía de
dominación donde los individuos más altos dominan individuos subordinados. De aquí es de donde proviene la ley del más
fuerte.
·
El
macho dominante (gallo) protege a las mujeres (gallinas) quienes optan por
alimentarse cerca del gallo por seguridad.
·
Las
gallinas establecen una compleja comunicación donde cada llamada tiene un significado
específico. Las gallina poseen más de 30
tipos de vocalización distintos de los que somos conscientes, y sus significados
van desde el llamado a los pollitos jóvenes, llamadas de alarma, y llamadas
para alertar a otras gallinas sobre el paradero de los alimentos.
·
Las gallinas
tienen diferentes llamadas de alarma para los tipos específicos de depredadores
que las amenazan, y que les permiten a sus congéneres saber el tipo de amenaza a
la que enfrentan, y qué tipo de comportamiento adoptar para evitar su
depredación.
·
Las gallinas
son capaces de comprender que cuando un objeto se les quita y es escondido, el
objeto todavía existe. Los cabros chicos
humanos son incapaces de entender esto.
·
Las
gallinas son madres muy afectuosas y cariñosas.
·
Las gallinas
no pueden saborear la dulzura en los alimentos pero pueden detectar la sal, y
la mayoría opta por evitarla.
·
LA
gallina tiene más huevos que nosotros.
Una gallina saludable pone alrededor de 265 huevos al año.
·
Las
gallinas ponen huevos blancos, cafés, azules y verdes.
·
La
gallina es el pariente vivo más cercano al Tiranosaurio-Rex.
·
Hoy
se producen más de 50 billones de gallinas al año.
·
Cacarear
y no poner es malo en la gallina; peor en la mujer.
Y hasta aquí
llegan mis surtidos pensamientos sobre la extraordinaria y fenomenal gallina. Y no me queda más que decir que: ... Por aquí
pasó la gallina...
El
Loco
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