¿Por qué escribo acerca de esto se preguntará
usted? Pues bién, hoy por hoy; sin
electricidad simplemente nuestras modernas sociedades no podrían subsistir, por
lo tanto, nosotros no existiríamos. Sin
electricidad volveríamos a la era de las cavernas, y los trogloditas que aún
viven en un estado de anfimixis* entre nosotros, estarían muy contentos y se
sentirían en casa. ¿Qué cosas, no?
Para poder entender los efectos de la posible
falta total de electricidad, quizá debamos comenzar por entender qué es la
electricidad. La electricidad es una
forma de energía que es el séquito corolario de la existencia de partículas
cargadas de energía (como electrones o protones), ya sea con energía estática
como una aglomeración de carga o en forma dinámica como por ejemplo; una
corriente.
En otras palabras, la electricidad es el
conjunto de fenómenos físicos asociados con la presencia y el movimiento de la
materia que tiene una propiedad de carga eléctrica. En los primeros días cuando no estábamos mejor
informados, se consideraba que la electricidad no estaba relacionada con el
magnetismo.
¿Y cómo empieza todo? Los átomos son partículas simples de super eriométricas*
proporciones y que son los componentes básicos de todo lo que nos rodea. Estos átomos están formados por elementos aún
más ultramicroscópicos llamados protones, electrones y neutrones. Cuando las energías eléctricas y magnéticas transportan
electrones de un átomo a otro, se forma una corriente eléctrica.
En palabras aún más sencillas, la mundana
electricidad es el conjunto de fenómenos físicos asociados con la presencia y
el movimiento de una carga eléctrica. A
principios del descubrimiento de la electricidad esto se consideró (y por mucho
tiempo) un fenómeno separado del magnetismo, pero desde el desarrollo de las
ecuaciones de Maxwell (1), ambos se reconocen como parte de un
fenómeno único: el electromagnetismo.
(1) James Clerk Maxwell fué un científico escocés
en el campo de la física matemática. Y no del café. El
logro más notable
de sus trabajos fué formular la teoría clásica de la radiación electromagnética, relacionando
por primera vez la electricidad, el magnetismo y la luz como diferentes emisiones
del mismo fenómeno. Las ecuaciones de
Maxwell para electromagnetismo han sido llamadas la "segunda gran
unificación en física" después de la primera realizada por el matemático,
astrónomo, teólogo, autor y físico inglés Sir Isaac Newton, conocido por sus
amigos y familia como: Ikie (aiki).
La presencia de una carga eléctrica, la que
puede ser positiva o negativa, produce un campo eléctrico. El movimiento de cargas eléctricas es una
corriente eléctrica y ésta produce lo que llamamos un campo magnético.
Considerando que la primera distribución práctica
de energía eléctrica sucedió alrededor de apenas unos 80 años atrás, casi la
totalidad de nuestra tecnología actual deposita y confía su funcionamiento en
esta idiocrasística*, plenipotenciaria e ineludible fuente de energía, fenómeno
transcendental que convierte a la electricidad en una peligrosísima dependencia
estratégica (según yo y mi asociado Chispitakilowat).
¿Por qué esta complicada referencia? Porque cuando usted tenga que producir su
propia electricidad va a estar más desamparado que Adán y Eva. Deténgase un momento a pensar que aparte de
comprar baterías y saber manejar el interruptor de la luz, usted no tiene la
más peregrina idea de cómo producir esta asombrosa fuerza eléctrica. ¿Qué cosas, no?
Dependencia
Nuestra civilización casi en su totalidad
depende de la energía eléctrica. Las
civilizaciones previas a la nuestra no utilizaban electricidad, y les tomo
miles de años para llegar a su invención. Quizá no vivían como trogloditas, pero
comparados con nuestros avances tecnológicos contemporáneos, vivían en un
estado de civilización “atrasada” y menos capaz de desarrollar tecnología con
la velocidad con que lo hacemos hoy.
Mire a su alrededor y busque un pedazo de tecnología avanzada que no funcione basada en
electricidad. Digo tecnología avanzada
porque una escoba es tecnología y no es dependiente de la electricidad (la
escoba original; eso es), pero a pesar de ser un tipo de tecnología, la escoba no
es avanzada a no ser que sea la de la suegra, la cual puede volar. Tampoco lo es un plato, pero las máquinas que
lo fabrican lo son.
A pesar de que el homo sapiens pudo sobrevivir miles de años sin necesitar electricidad,
hoy; éste ha llegado a depender casi completamente de ella para realizar la
gran mayoría de las tareas cotidianas, las que sin electricidad, serían casi
imposible o improbable de hacerlas. Tristíficamente*
hemos desahuciado nuestras vidas casi completamente a la dependencia eléctrica.
Nos encontramos bajo una adicción tan anaclítica*
de la electricidad y su tecnología habilitada que, si usted pierde su teléfono,
simplemente usted deja de existir. ¿Qué
cosas, no?
Sería imposible hacer un paralelo de un mundo
eléctrico con uno que no lo es, pero para poder ejemplarizar el impacto de la
energía eléctrica en nuestras vidas, haré un paralelo entre una casa con
energía eléctrica, y una sin ella. ¿Usted
vive en una casa, no? Un departamento
también lo califica a usted como urbícola*.
Las que nombro a continuación, son solo algunas
de las comodidades que una casa electrificada ofrece, las que representan las
cosas más básicas, necesarias y comunes que su casa le brinda para hacer
posible y aliviar su vida cotodiana.
Una conexión Wi-Fi.
Sin una conexión como ésta, usted está aislado
del mundo en que vive y sus dedos pulgares no podrán hacer ejercicio. También descubrirá que sus “amigos” de
Internet, son todos imaginarios, y para entretenerse tendrá que enseñarle a
bailar al gato.
Iluminación
El poder eléctrico le garantiza el tener luz,
esa cosa que nos provee el sol, pero que cuando es de noche, no la tenemos. En caso de que no se haya dado cuenta, la luz
es el agente natural que estimula la vista y hace que las cosas sean visibles. El único beneficio de la oscuridad es el no
poder ver a la suegra.
Agua corriente
Sin electricidad no hay agua corriente. Una bomba eléctrica hace posible que usted se
pueda duchar, usar el agua para cocinar, beber agua limpia de la cañería, lavar
trastos, ropa y otros enseres, y enviar a sus hedientos mojones hacia las apocalípticas
praderas de lo desconocido.
Horno
A no ser que usted tenga un artefacto de
cocina que funcione con gas, sin electricidad va a tener que cocinar sus
alimentos en una fogata en su cuarto de estar, o en el techo o en el balcón de
su casa, o aperar una chimenea para esta básica tarea. También, vivir sin el microondas, ¡es mala
onda!
Refrigerador
Sin un refrigerador (o heladera, Frigidaire, o
cámara fría) usted no podrá preservar sus alimentos, ni la leche o el caviar de
gallina, y se tendrá que olvidar permanentemente de los helados, de los de
paleta y de los otros. El whisky
(güisqui) ahora se lo tendrá que beber en su sillón favorito, y no en las rocas
o en otro lugar afín. La Morgue entonces
cerrará sus puertas.
Regulación de Temperatura
La necesaria calefacción y el infaltable aire
acondicionado nos separan de los habitantes de las cuevas rupestres. Sin aire acondicionado nuestra diafóresis
sería la de un hipopótamo con serios problemas glandulares (La diafóresis es el
término médico utilizado para referirse a una excesiva sudoración), y sin
calefacción, en el Invierno
estaríamos más helados que nalga de pingüino antártico.
Tecnología Digital
¡Esto sí está difícil! Hombre, ¿qué haría usted sin televisión, sin
radio, sin IPod, sin Tableta? ¿Radio?,
quizá usted ya no sepa lo que es eso, pero creo que ya está familiarizado con
los otros inventitos. Sin Tele, ¡no hay
mundiales de fútbol, telecebollas (teleseries de completa ignorancia gratis y
estupidez gratuita), noticias ni porno!
Sí, no se haga el inocente porque no le queda.
¿Es esto suficiente para destartalarle la
vida? La morada típica de un homo sapiens común y vulgar está
conectada ininterrumpidamente al poder eléctrico en cada momento de sus vidas, poder
que le suministra energía, gas, líneas telefónicas, sistemas de alcantarillado,
agua, y hasta transporte (2).
Desconectarse completamente del poder eléctrico que nos hace posible la
vida como la conocemos hoy, significa retroceder en civilitud por lo menos unos
100 años, y cambiar diametralmente desde nuestra manera de vivir, a una manera
de sobrevivir.
(2) Si usted o algún miembro de la familia está
incapacitado y necesita un ascensor o un monorriel en las escalas de su casa
para poder acceder al o a los pisos superiores, sin electricidad no podrá. Entonces tendrá que buscarse un Alacalufe
de piernas fuertes para socorrerse.
Entre otras cosas que no funcionarían sin
electricidad estarían incluídos los bancos, los supermercados, las gasolineras,
el Metro, los hospitales, los teatros, los estadios, las petroleras, el gas natural,
la extracción de carbón, la energía nuclear, la energía hidráulica, y otras
fuentes de energía que usamos diariamente, incluyendo el marcapasos de su
corazón, su teléfono, la Internet,
y afortunadamente el Congreso y el Senado. Recordemos que la electricidad creó, y sigue
siendo la base de nuestros sistemas industriales. Antes de la electricidad había velas, y con
velas no se puede energizar un automóvil ni su Apple Watch, ni su moderno
abrelatas. ¿Qué cosas, no?
Instinto Eléctrico
Probablemente nuestro instinto de
supervivencia eléctrica nos conduciría a tratar de reproducir electricidad para
poder mantenernos vivos. El problema
está en cómo hacerlo. El homo sapiens promedio como usted y yo (u homo ignoramus), somos completamente
inútiles cuando se trata de generar energía eléctrica. Esto es porque estamos tan adictos al uso de
ella, que nos olvidamos completamente de cómo generarla, o simplemente porque
jamás aprendimos a hacerlo, y menos, preocuparnos de echarle un vistazo a estos
procesos de producción. ¡Lamentable mi
querido Watson!
Entonces no sabemos cómo demonios generar o
producir algo de energía eléctrica, aunque sea para energizar nuestro cepillo
de dientes eléctrico. Somos como un
troglodita que encuentra un dínamo, y lo usa como martillo.
¿Sabe usted como construír un generador, una
turbina hidráulica, un panel solar, un dínamo, una turbina eólica, una batería,
un generador geotermal, sabe cómo usar energía gravitatoria, usar energía
piroplástica, o construír un simple circuito?
Probablemente no, pero si sabe, será víctima de la violencia de todos
aquellos que no saben hacerlo y que querrán robarle su energía. En cualquier caso, todos perdemos.
Como usted puede ver, la inmensa mayoría de
las personas en el planeta Tierra no están ni remotamente capacitadas y ni
siquiera vagamente preparadas para sobrevivir sin el poder eléctrico y sus
derivados esenciales. Nuestra
dependencia de la electricidad nos ha tornado débiles, ignorantes, y colindamos
en lo inútil. Damos por sentado que la
electricidad estará siempre ahí para nosotros, y usufructuamos de ella sin
consideraciones. Seremos capaces de
inventar otra fuente de energía más asequible y fácil de reproducir? No lo sé.
Espero que sí.
Crédito
Quizá no sea tan extremo el vivir sin
electricidad. Según un informe emitido por
el Banco Mundial, 1.600 millones de personas adquirieron acceso a electricidad
entre los años 1990 y 2000, siendo el 70% de ellos habitantes de áreas
urbanas. Sin embargo, a partir del año 2010, 1.200 millones de personas aún siguen
viviendo sin acceso a electricidad, de las cuales; 173 millones de ellas viven en
zonas urbanas. La tasa global de
electrificación urbana no ha cambiado mucho en los últimos 30 años, la que se
mantiene alrededor del 95 por ciento.
Estos 1.600 millones de personas que aún viven
sin fuerza eléctrica no están bajo ningún punto de vista en vías de extinción,
ni corren el peligro de desaparecer o ser reacias víctimas de la falta de esta
preciada energía.
¿Es entonces la electricidad
un amigo o un enemigo? Eso estriba en
cuán dependiente sea usted de ella.
Piénselo. ¡Elimine su torpidez* y
haga algo!
He hablado.
Dux
Editor: Bering
Comparini Quintana.
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Et sub Glossarium Glossarium – (Cum amore legentibus)
Anaclítica – Dependiente de otro fenómeno o
habilidad
Anfimixis – Entrecruzamiento mezcla
de materia genética de dos individuos
Eriómetro – Instrumento para medir diámetros súper pequeños
Idiocrasística – Peculiaridad intrínseca o característica única
Tórpido – Entumecido, letárgico, aletargado,
haber perdido el poder de actuar
Tristíficamente – Tristemente, desgraciadamente, desafortunadamente
Urbícola – Morador de ciudades
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Post scriptum et quorumdam suggestionibus pro futurum: Si hay algún tema sobre el cual usted
quisiera leer mis traumáticas y ligeramente psicopatísticas opiniones, por
favor sugiéralo a: rguajardo@rguajardo.us.
Caveat:
Mis opiniones personales pueden resultarle ácidas, demasiado honestas,
corrosivas, irreverentes, insultantes, altamente irónicas, acerbas,
licenciosas, mordaces y de una causticidad filosófica sin límites conocidos por
el ser humano, y quizá no le apetezcan o acomoden intelectualmente; pero es lo
que habrá disponible basado en su pedido.
Gracias.
El Loco