¿Se ha preguntado alguna vez cómo luce la
cadena de hechos que envuelven los vocablos circulares: cómo, qué, cuándo,
quién y dónde? Por ejemplo:
¿Cómo pasó qué? - ¿Qué pasó
cómo?
¿Qué pasó cuándo? - ¿Cuándo pasó qué?
¿Cuándo estuvo quién? - ¿Quién
estuvo cuándo?
¿Quién estuvo dónde? - ¿Dónde
estuvo quién?
¿Dónde pasó qué? - ¿Qué pasó dónde?
Se podría decir que este es un Verso
Autónomo de Disposición Acentual Capicúa, porque se puede leer desde el final
hacia atrás (en reversa), y leerá lo mismo; pero también porque no es un
soneto, o una canción, o un madrigal, o un verso blanco, o un verso libre, o un
verso suelto. Tampoco podría
clasificarlo claramente como un verso decasílabo, dodecasílabo, o incluso
alejandrino o hemistiquio; ¡y ni pensar en Octavas Reales!
También traté de clasificarlo como un verso
trocaico, yámbico, o quizá mixto, pero no me pude convencer de esto, así que lo
sistematicé subordinadamente como: "Verso Autónomo de Disposición Acentual
Capicúa". El Verso Autónomo de
Disposición Acentual Capicúa lo acabo de inventar, así que no pierda su tiempo
en Wikipedia.
En realidad no quería hablar de este tema
tan textual en mi escrito, pero tuve un subito momentum de "Gasibulum
Mentis"(1) mientras trincaba mi café matutino, tema que me ha servido
habilidosamente para iniciar esta conversación unilateral escrita acerca de lo
que realmente quiero enhebrar, que es la Encadenación Histórica entre hechos, lugares,
personas, y cosas.
(1) Gasibulum
Mentis: Del Proto-Indo Europeo: "peu" (pequeño) y del Latín
"vestibulum" (gas); y también del Latín: "mentis"
(mental). En el vernáculo demótico, coloquial
y folklórico chileno: "Un peo mental".
Sin más preámbulo o introito, entro en
materia.
La historia enmascara y camufla una serie
de hechos encadenados entre sí los que muchas veces son desconocidos para
nosotros. Esto no es porque seamos indoctos
o profesemos un ayuno cultural, sino que es porque nunca nos enseñaron historia
correlativa análoga o sincrónica recíproca entre los homólogos y coetáneos hechos
que han ocurrido en la historia del Hombre de este giratorio y aguado planeta. En cierto modo, con la falta de este
conocimiento contingente y comparativo, es como padecer del agudo y perspicaz bacilo
que infecta y enherbola a casi la totalidad de los políticos contemporáneos
conocido como: "Aliquam late circumcisionis" (circuncisión mental
generalizada).
Pero, ¿Qué es la Historia Iterativa?
La historia iterativa es también conocida
como Recurrencia Histórica, y representa la repetición de eventos similares a través
de la historia. Este concepto de la iteración
de sucesos se ha empleado de diversas formas a lo que es la historia global del
mundo. Algunos ejemplos podrían ser el
auge y caída de los Imperios, pero además; los hechos específicos que llevaron
a ello. A dos o más acontecimientos
específicos que tengan una semejanza notable entre ellos, independientemente
del período en que ocurren, se consideran patrones repetidos en los anales de la
historia.
Habiendo expresado lo anterior, debemos
tener en cuenta que aunque en forma frecuente se denote que "la historia
se repite", esto no es rigurosamente acertado en ciclos de duración menores
en comparación a un lapso cosmológico; donde la cosmología física es el estudio
de las estructuras y dinámicas de mayor escala del Universo, y se dedica a
resolver cuestiones fundamentales sobre su procedencia, ordenación, evolución y
destino su final.
Dionysius Alexandrou de Halicarnassus (60 BEC a
7 EC)
Dionysius de Halicarnassus fué un
historiador griego y profesor de retórica que prosperó durante la regencia del primer
Emperador Romano, César Augustus. Su
estilo retórico es conocido como Atticistic, o Aticismo. La palabra aticismo significa "favorecer
a Ática", donde Ática es la región Griega que incluye a la ciudad-Estado
de Atenas.
El dictamen y ponencia de Dionisio eran la
necesidad de impulsar la Paideia dentro de la educación. La Paidea incorpora la enseñanza práctica
basada en el sujeto como un enfoque en la socialización de los ciudadanos
dentro del orden aristocrático, basado en el verdadero conocimiento de las
fuentes clásicas, estilo que perduró durante siglos en forma harmónica con la
identidad de la élite griega. A pesar de
haber desaparecido, yo sigo practicando la Paidea.
Cliodinámica
La Cliodinámica es un área de escrutinio transdisciplinario
que integra la evolución cultural, la historia económica, la macrosociología, la
configuración matemática de los procesos históricos durante la historia, y la cimentación
y el análisis de bases de datos históricas. La cliodinámica considera la historia como una
ciencia. Su atención se concentra en especificar teorías que diluciden
procesos tan dinámicos como el surgimiento y caída de los imperios, explosiones
y merma del censo y demografía humanos, y de la difusión y desaparición de las
religiones.
Estas hipótesis se transcriben a modelos
matemáticos específicos con los que las predicciones de cada modelo se justifican
o se eliminan comparándolas con información referencial real.
“Historia”
Hay que recordar que la
"Historia" solo comienza a tener valor desde la existencia del
hombre. Antes de esto hubo efemérides,
pero no Historia. Las efemérides siguen
ocurriendo en forma paralela al Hombre, pero ahora se les dá valor precisamente
por la presencia del Hombre. No hay ni
hubo ningún procariote pensante, o un eucariote reflexivo más complejo que el
número cero, ni un bilateriano astuto, ni un dinosaurio filósofo, ni un hominidae
pardal o un anfibio zascandil; todo esto desde los primales anaerobes, pasando
por los trilobites, los pterosaurios; hasta que finalmente apareció el Homo. Para mí, la Historia es sumamente importante
porque aquellos que no pueden recordar el pasado, están condenados a repetirlo. Esto último se denomina: Ecmnesia.
Trataré de ilustrar mis visiones futurísticas(2)
del pasado en una forma consecuente y en un lenguaje lo más lógico posible alrededor
de un dietario de historia comparativa, y a la sombra de la luz de una pizarra
abstracta de múltiples niveles; y sin caer en el "Delirium Tremens". He seleccionado para este pugilato literario
algunos eventos surtidos y misceláneos en una forma completamente arbitraria y
caprichosa para poder ilustrar fehacientemente y en forma comprensible y clara para
mis lectores, mis futurísticas visiones
del pasado.
(2) El “slogan de mi compañía “EnviroQuantum” es un
testimonio de mis creencias:
“We search for the future where the human memories went missing” (Buscamos
el futuro donde las memorias
humanas han desaparecido).
No me juzgue basado en que yo le diga a
usted de que puedo ver el futuro, porque si usted es religioso y asiste cada
semana al uno de esos mataderos intelectuales, allí le aseguran de qué es lo
que le pasará a su vida en el futuro (aunque no le conozcan), y le hablan de qué
le sucederá a usted incluso después de su muerte. Lo peor de todo es que le aseguran de lo que
le va a pasar –que es normalmente va a ser algo muy malo- sin esgrimir razones
lógicas o verificables, simplemente citando estas aberraciones futurísticas a
través de la bibliomancia contenida en las breviarias páginas de un
desacreditado enchiridión.
Estos eventos de los que yo le hablo son de
un número específicamente reducido para mostrar un punto definido en la
historia –que es real y verificable- los que se repiten cíclicamente y en forma
constante para ventaja o deterioro de nuestras civilizaciones, y para la destrucción
o regeneración paulatina de nuestros estilos de vida. Estos variados acontecimientos, aunque independientes
e individuales; trabajan en conjunto para rendir un efecto concreto y
específico. Estos eventos trabajan
clandestinamente a la vista de sus ojos, pero camuflados por su propia realidad
de usted, lo que conlleva el hipnótico y soporífero efecto de la fábula de la rana Griega. Ahora,
apague la tele, échele pestillo a la puerta, y vaya a buscar un café con mucha
azúcar antes de proseguir.
El tema específico con el cual quiero
enhebrarlo a usted le afecta más directamente de lo que pueda saber o aceptar, y
quizá en un grado diferente de impacto comparado con otros congéneres suyos;
pero le afecta a usted quiéralo o no. Si
usted prefiere, puede jugar al ciego intelectual con este tema, u optar por
escuchar y sacar sus propias conclusiones, o en su defecto; creer todo lo que
yo le diga aquí, pero esto último no es recomendable porque es muy tangencial
con el absurdo concepto del creacionismo.
Usted decide, pero antes de decidir; recuerde que el peor ciego es aquel
que no quiere ver.
El preámbulo de este escrito es para
traerle a la memoria e ilustrarle cómo la historia se repite, y cómo cometemos
los mismos errores una y otra vez, porque ignoramos el pasado y no aprendemos
nada de éste. Recuerde que el pájaro
Dodo de Mauritius se extinguió por tonto, y no por causas evolucionarias. No confunda Mauritius con Mauritania; son dos
países completamente diferentes. La
República de Mauritius es una isla que está ubicada aproximadamente a unos
2,000 kilómetros mar afuera al sureste del continente africano; y la República
Islámica de Mauritania está ubicada dentro del continente africano, frente al
océano Atlántico.
Yo trato de aprender mucho de la historia,
porque la negación y el desdeño de la intelectualidad, desafortunadamente nos ha
llevado por senderos análogos -muchas veces erróneos- como nos los han
demostrado hechos históricos pasados.
Aunque no lo crea, mientras más sabe usted de historia, más puede
aprender del futuro. En cierto modo es
un fenómeno capicúa, donde los hechos se repiten pero con una disposición
diferente de fechas y una mecánica de hechos repetitiva, pero con los mismos o
muy similares resultados.
Esto es porque cuando un burro se tropieza
con una piedra y se hiere una pata, aprende de esto y nunca se tropieza otra
vez con la misma piedra. Los Hombres
como Especie, nos tropezamos con una piedra, o un palo, o nos caemos a un hoyo;
no aprendemos ni escarmentamos, entonces nos tropezamos con la misma piedra una
y otra vez. Con esto no digo que el
burro es más inteligente que nosotros, por lo menos en la mayoría de los casos. Lo importante de entender aquí es que el
sentido histórico implica una percepción, no sólo del pretérito del pasado,
sino que de su presencia futurística en el presente. Karl Marx, el filósofo Prusiano seguidor de
la filosofía de Georg
Wilhelm Friedrich Hegel, decía que la historia se repite primero como una
tragedia; y después como farsa. ¿Qué
cosas, no?
La Puerta Giratoria del Pasado y el Presente
Militar
Hay muchísimos ejemplos donde la historia
se repite, pero voy a ventilar solo algunos de ellos los que han resultado en
catástrofes debido a la frágil e inapropiada memoria del hombre, y su estúpida
costumbre de no pensar y aprender del pasado.
Rusia nos ha enseñado su lección una y otra
vez, pero no aprendemos. Ésta es una
dispendiosa lección que Napoleón Bonaparte y Adolfo Hitler aprendieron en
diferentes épocas de la historia, con sus desacertados y pifiados intentos
cuando trataron de invadir este colosal país Eurasiático. El enorme costo de estos fracasos terminó
siendo pagado por los soldados de ambos ejércitos, gracias a la mayúscula
estupidez de sus porfiados e desorientados Comandantes.
Durante el invierno del año 1812, Napoleón Bonaparte trató de invadir Moscú con un contingente de alrededor
de 600.000 soldados para derrotar al Tzar Alejandro I. En su marcha hacia Rusia bajo condiciones
altamente insalubres y meteorológicamente desventajosas, el Pediculus Humanus
Capitis (el piojo) que regía sin oposición entre los soldados, les
transmitieron a éstos el Tifus causado por la bacteria Rickttesia, enfermedad
que diezmó a las fuerzas francesas.
Nota del Autor:
El mosquito Tsé-Tsé
les infirió un daño de la misma categoría
a los soldados americanos en Vietnam, quienes causaron más bajas que las armas de fuego. La guerra de
Vietnam comenzó en 1955, y terminó en 1975.
El invierno Ruso también cobró su peaje con
sus temperaturas de -22 grados Fahrenheit (-30 Celsius), no solo congeló a
muchos de los soldados pero también mató a miles de caballos. Los soldados que regresaron de combate fueron
alrededor de 10.000 de los 600.000 que comenzaron la escalada.
Más tarde y bajo una diferente estupidez,
en 1941 las fuerzas alemanas nazis del Führer Adolfo Hitler comenzaron la invasión
de Rusia. Esta operación bélica se
conoce como la “Operación Barbarossa”. El crudo invierno Ruso les administró a los
alemanes la misma lección que le había enseñado a Napoleón, pero que Hitler no
fué capaz de reconocer a pesar de que Hitler sabía a ciencia cierta lo que le
ocurrió a Napoleón. La historia repitió
su ardua lección: las bajísimas temperaturas invernales embistieron a un ejército
mal preparado, diezmando al contingente nazi en una forma pavorosa. De los pocos soldados de la “Wehrmacht”,
muchos retornaron a Alemania sin orejas, sin narices, sin dedos, y muchos sin
sus párpados.
Pandemias
Las infecciones pandémicas no son nuevas, y
han ocurrido varias veces a través de la historia de nuestras civilizaciones. Quizá la plaga más conocida es la que comenzó
aproximadamente en el año 1340 de la Era Común durante la Edad Media o Edad del
Oscurantismo; fué la Peste Negra (o la Muerte Negra), producida por el patógeno
“Yersinia Pestis”. Esta plaga letal se
originó en el continente asiático y alcanzó Europa a finales de la década de
1340. La Peste Negra duró siete años
hasta 1353, tiempo en que mató a un número estimado de 200.000.000 (doscientos
millones) de personas.
Como los registros de la época no son
exactos ni tampoco están completos, nadie sabe con exactitud cuánta gente murió
durante la plaga, pero los registros nos dicen que en algunas ciudades europeas
los sobrevivientes fueron tan pocos, que no quedaba nadie para enterrar a los
muertos. Estos hechos ocurrieron antes
del advenimiento de la medicina occidental, pero desde el avenimiento de
nuestra medicina moderna, hay otra pandemia que nos azota, la que comenzó en África
en 1920: SIDA.
A pesar de que el SIDA se originó en África
a principios del 1900, ésta se extendió globalmente durante la década de 1980. Se calcula que hasta la fecha hay más de
100.000.000 (cien millones) de individuos infectados y viviendo con SIDA. Se calcula que alrededor de 42.000.000 (cuarenta
y dos millones) de infectados han muerto víctimas de esta enfermedad pandémica.
El SIDA sigue entre nosotros y podría
llegar a matar más gente que la Muerte Negra.
Contrariamente y desentendiéndonos de todo
lo que sabemos sobre el SIDA y de cómo éste se origina, aún no combatimos ni
resolvemos las condiciones de vida insalubres que la fomentan, además de
tergiversaciones y errores culturales basados en ignorancia y en el desentendimiento
de la historia. Esto promueve e impulsa
la reaparición del SIDA en ciclos permanentes.
¿Cuándo aprenderemos de la historia?
Tornados
En los Estados Unidos, desafortunadamente los
tornados son un acontecimiento anual y múltiple. No llega un tornado, sino que una temporada
de ellos con un desparramo de vientos furiosos, alterados e insolentes.
Los tornados son letales y tan
impredecibles y peligrosos como los ilógicos y volubles cambios de humor y
temperamento de las temibles suegras. Cada vez que ocurren, estas horrendas tormentas
dejan en evidencia de que pueden achatar y desbaratar todo en su paso en grandes
franjas de terreno, y devastar a colectividades, pueblos o ciudades con quienes
se tropieza en su arrasador camino. Cuando
las alarmas suenan anunciando la proximidad de estos cíclopes eólicos, la gente
corre a protegerse escondiéndose en refugios preparados como sótanos, o en
lugares improvisados como armarios construídos en las murallas interiores de
sus viviendas o salas de baño.
El embiste de los tornados es
antojadizo. Éstos pueden ocurrir de vez
en cuando, y estos lapsos pueden ser de años, meses y muchas veces horas o
minutos. El problema se perpetúa porque después
que el tornado haya pasado y la destrucción han ocurrido, los terrícolas vuelven
a construír sus casas con frágil madera.
No han aprendido nada del cuento de “Los Tres Chanchitos”.
Roma y el Patrón Oro
Siempre traigo a Roma a colación porque hay
muchos ejemplos de historia iterativa en este gran -y aún no bien entendido-
Imperio. Este párrafo es relativo a la
moneda y su respaldo en oro. Esta es una
referencia muy sucinta y reducida porque de otra forma, tendría que escribir al
menos unas 5,000 páginas para comenzar a explicar la Reología del sistema
monetario, así que por favor confórmese con una micrométrica reseña.
Gracias.
Durante el siglo XX, la mayoría de las
naciones han abandonado el patrón oro como pedestal de sus sistemas monetarios,
aunque muchos de ellos siguen aún manteniendo grandes reservas de oro. El Patrón Oro es un sistema monetario en el
cual la unidad económica estándar de importe (o moneda), se basa en una
cantidad específica de oro. Hay tres
tipos estándar: la especie, el lingote y el intercambio.
En Roma y como en nuestras modernas sociedades
contemporáneas, los capitalistas dominaban los tribunales y administraban la
justicia, tenían los medios para explotar a cualquier plebeyo cuya propiedad
fuese atractiva. Sin embargo, el poderío
de la usura estaba en el sistema fiscal, el que hasta la caída del Imperio representó
un efectivo modelo para la bancarrota. La
política de Roma era recolectar impuestos producto de la re-evaluación de la
moneda del Imperio. Este agiotaje era provechoso
en la proporción en que era extorsivo, y el Imperio estaba sujeto a un gravamen
sin regulación legal, y empleado para enriquecer a los sicofantas especuladores.
Estas re-evaluaciones del circulante romano
basado en el Patrón Oro fueron minando el poder adquisitivo de la moneda. Su respaldo comenzó a diluirse con el uso inorgánico
de otros metales, y con la disminución en la proporción del contenido de oro en
las monedas desde antes de la Era Común, debido a la escasez de este precioso
metal. Esta devaluación progresiva del
valor de la moneda romana últimamente trajo desempleo y menos demanda por mercancías,
trayendo una insolvencia que no pudo posponerse. ¿No le parece raro a usted de que nuestras
monedas actuales se estén desvalorizando con una similitud aterrante a estos hechos
romanos?
El Patrón Oro vá y viene, y es un ciclo reincidente
que se ha reiterado varias veces a través de la historia de nuestras
civilizaciones, y sus catastróficos efectos se repiten una y otra vez. ¿Cuándo aprenderemos? ¿Quizá cuando nos deshagamos de políticos hipócritas,
abogados deshonestos y sacerdotes degenerados?
Al parecer, la naturaleza necesita consumir unas tres a cuatro generaciones
para perfeccionar la selección de un nuevo tipo de sociedad. Creo que ya es tiempo...
Ecmnesia
Creo que la Historia es un remedio
extremadamente importante y sensible para el futuro, porque aquellos que no
pueden recordar el pasado y no pueden reconocer errores previos y de cálculo de
tiempos idos, serán condenados a repetirlos una y otra vez...
La clave es conocer la historia para
recordar los errores, para identificarlos en paralelo a los tiempos
contemporáneos y, a la inversa, para aprender de este proceso para poder evitar
yerros cíclicos. Aquellos que no pueden
confiar a la memoria los errores del pasado están predestinados a repetirlos.
Sin embargo, debemos iluminar las nubes Cimerias
del futuro iluminando las sombras del pasado. El pasado podría ser una brújula particularmente
engañosa para el futuro, porque es mucho menos desconcertante y menos perpleja
que nuestros tiempos actuales.
Esto me lo enseñó nuestro eximious Profesor
de Historia, don Jorge Gutiérrez Muñoz cuando estudiábamos en el Glorioso Instituto
Alonso de Ercilla de los Hermanos Maristas,
durante nuestros años de pichanga, en
Santiago del Nuevo Extremo, Chile.
____________________________
Post scriptum et quorumdam suggestionibus pro futurum: Si hay algún tema sobre el cual usted quisiera leer
mis traumáticas y ligeramente psicopatísticas opiniones, por favor sugiéralo a:
rguajardo@rguajardo.us.
Caveat: Mis opiniones personales pueden resultarle ácidas,
demasiado honestas, corrosivas, irreverentes, insultantes, altamente irónicas,
acerbas, licenciosas, mordaces y de una causticidad filosófica sin límites
conocidos por el ser humano, y quizá no le apetezcan o acomoden
intelectualmente; pero es lo que habrá disponible basado en su pedido. Gracias.
El Loco