Cronología
La
vida de Leonardo se desarrolló en varios períodos. El primero fué el período de Florencia el que
se desenvolvió desde su escolaridad hasta el año 1481, el cual discutimos
extensamente en la parte I precedente a este escrito. Los siguientes períodos de su vida –aquellos
a los que aludí anteriormente pero en forma superficial, son los siguientes:
Primer
Período Milanés (1482 – 1499)
En
el año de 1482, Leonardo se trasladó a la ciudad de Milán para trabajar al
servicio del Duque de la ciudad (Ludovico
Maria Sforza), un cambio radical e inusitado y al que algunos
denominan irresponsable; ya que Leonardo a los 30 años de edad acababa de
recibir sus primeras comisiones sustanciales en su ciudad natal de Florencia. Estas fueron la pintura de paneles de Adoración
de los Reyes Magos para el monasterio de San Donato a Scopeto – la que nunca
terminó; y la pintura de altar para la
Capilla de San Bernardo en el Palazzo della Signoria, la que algunos dicen, ni siquiera
comenzó.
Aparentemente
Leonardo ostentaba motivos más prioritarios para marcharse de Florencia. Una razón lógica y consecuente para explicar
sus acciones, puede haber sido el hecho de que el espíritu artificial existente
acerca del Neoplatonismo prevaleciente en aquella Florencia bajo el dominio político
de los Medici, estaba en oposición a los preceptos y experiencia de
Leonardo. Además, Leonardo se inclinaba
por el ambiente académico más riguroso que existía en Milán. Quizá fué el señuelo de la esplendorosa corte
del Duque Ludovico Sforza, y los atractivos proyectos que este nuevo ambiente
prometía.
Segundo Período Florentino (1500–1508)
Alrededor
de los años 1499 y 1500 durante la Guerra
de Nápoles y poco después de la captura de Milán y Nápoles por los franceses,
Leonardo abandonó Milán junto con el matemático Lucas Pacioli. Siguiendo una corta visita en Mantua en
Febrero de 1500, en Marzo de ese mismo año Leonardo viajó a Venecia donde el
Consejo de Gobierno de Venecia (la Signoria) lo alistó como consejero para
determinar cómo evitar una invasión turca en Friuli, un área del noreste de Italia
con su propia y particular identidad cultural e histórica. Para resolver este asunto bélico, el consejo
de Leonardo fué que Venecia se preparase para inundar la región bajo amenaza.
Después
de una abultada ausencia regresó a Florencia, quien recibió a su hijo nativo
con gran ovación y distinción.
Subsecuentemente, un comité que investigaba los daños sufridos en la
fundación y estructura de la iglesia de San Francisco del Monte, lo nominó
experto en arquitectura y solicitó sus servicios para solventar el asunto. Pero el incisivo apetito por conocimiento de
Leonardo era insaciable, por lo que dejó Florencia una vez más durante el
Verano de 1502 para ingresar al servicio de Cesare Borgia como "Arquitecto
Militar e Ingeniero General".
Cesare
Borgia, el hijo de mala fama del papa Alejandro VI tenía el cargo de Comandante en Jefe del ejército papal, quien con una crueldad
sanguinaria sin límites atacó los Estados papales de Romagna y las Marcas hasta
tomar control de ellos. Como se puede
comprobar, desde tiempos inmemoriales aquellos religiosos católicos de la época
eran tan promiscuos, mentirosos, degenerados, pseudólogos*, cleptómanos, abusadores
y explotadores de los de menor intelecto como los de nuestros días. Este es un perfecto ejemplo de la activa
oposición de los discordantes a la tiránica supresión intelectual facista
cristiana imperial que El Vaticano ejercía sobre las masas.
Esta no es una opinión, es una patente y verificable realidad. ¿Qué cosas, no?
A
los 27 años de edad, Cesare Borgia se encontraba en el clímax de su poder y era
sin lugar a dudas el déspota más temido en Europa conduciendo la estratocracia*
más salvaje y mortífera de su era.
Durante alrededor de 10 meses Leonardo viajó a través de los territorios
del Condottiere para inspeccionarlos de cerca en detalle y familiarizarse con
ellos. Durante el transcurso de sus
actividades, Leonardo bosquejó algunos mapas de la ciudad y otros croquis topográficos de la región
estableciendo así los modelos iniciales de ciertos aspectos de la cartografía
moderna. En la corte de Cesare Borgia,
Leonardo llegó a conocer al notorio diplomático Niccolò di Bernardo dei Machiavelli (Maquiavelo). El término
“maquiavélico” connota engaño político, astucia, estafa y realpolitik*.
En
la primavera de 1503, Leonardo regresó a Florencia para realizar un estudio
experto de un proyecto que intentaba desviar el río Arno por detrás de la
ciudad de Pisa para que la ciudad, amenazada por asedio por los florentinos, se
viera privada del acceso al mar. El plan
demostró ser inviable, pero la imaginativa inclinación de Leonardo consideró un
plan muy avanzado para el siglo en que vivían (XIII). Leonardo propuso la construcción de un gran
canal que evitaría el tramo imposible de alterar del Arno y conectaría
Florencia con el mar. Leonardo desplegó
sus ideas a través de una serie de estudios usando sus propios bosquejos panorámicos
de derrotero del río.
Estos
anteproyectos se pueden considerar como bocetos de paisajes de gran encanto
artístico, y usando medidas exactas del terreno, Leonardo produjo un detallado mapa
en el que la propuesta ruta del canal (con su tránsito a través del puerto de
Serravalle) fué revelado manifiestamente. Este proyecto que fué considerado formal
y repetidamente durante siglos posteriores, nunca se llevó a cabo. Siglos más tarde se construyó la expedita y
vertiginosa autopista desde Florencia hacia mar, usando exactamente la ruta original
diseñada por Leonardo para su canal original.
Asimismo
en 1503, Leonardo recibió una provechosa comisión para pintar un mural en la
sala del Consejo en el Palazzo Vecchio de Florencia. Esta pintura representaría una escena
histórica de proporciones monumentales (7×17 metros), la que hubiese sido el
doble del tamaño de la Última Cena. Leonardo trabajó arduamente por alrededor de
tres años en esta pintura, la que describiría la batalla de Anghiari. La gran batalla de Anghiari se libró el 29 de
Junio de 1440, entre las opuestas fuerzas de Milán y las de la Liga Italiana
liderada por la República de Florencia en el curso de las guerras en Lombardía.
La batalla concluyó con la victoria
florentina, lo que le agenció a Florencia la potestad del centro de Italia.
La
ampliamente conocida pintura por la mano de Leonardo la que exhibe esta gran batalla
histórica, está extraviada hasta la fecha.
Lo curioso de esta batalla y lo que se filtra en su historia, es que a
pesar de que esta batalla persistió por un día completo, y la que envolvió varios
miles de soldados entre ambas partes, es que se reporta que la casualidad mortal
fué únicamente un soldado. Según Niccolò
Machiavelli, después de cuatro horas de violentas y denodadas escaramuzas, la fatalidad
de este desafortunado soldado se produjo "cuando
un soldado se cayó de su caballo". Durante estos mismos años, Leonardo pintó la
Mona Lisa (c. 1503–1519).
Este
segundo período florentino de Leonardo fué también una etapa de aguda
investigación científica. Leonardo obró disecciones
de todo tipo en el hospital de Santa Maria Nuova y con esto, acrecentó su labor
anatómica en una profunda tesis sobre la estructura y función del organismo
humano. Leonardo también efectuó investigaciones
metódicas sobre las mecánicas del vuelo de los pájaros, todo esto resultando en
un tratado. Sus dedicados estudios
hidrológicos acerca del medio y movimiento del agua, se extendieron rápidamente
hacia el escudriñamiento de las propiedades físicas del agua, fundamentalmente sobre
las mecánicas de fluído de las corrientes, las que cotejó con las del aire.
Estas
observaciones están incluídas en el Codex Hammer, conocido previamente como el Leicester
Codex, ahora propiedad del empresario de software Bill Gates en el Estado de Seattle,
Washington, EE. UU. ¿Qué cosas, no?
Segundo período milanés (1508–1513)
Durante
el mes de Mayo del año 1506, el gobernador francés en Milán Charles II d’Amboise,
Seigneur de Chaumont, un
noble francés y comandante durante la Guerra de la Liga de Cambrai; le consultó a la Signoria en Florencia si el
maese Leonardo podía ser autorizado a viajar a Milán. Los Signoria consintieron en dejar ir a
Leonardo, y entonces, la monumental obra de la Batalla de Anghiari, ¡quedó sin
terminar!
Según
se teoriza, las fallidas tentativas de Leonardo por obtener pinturas de mejor
pátina y calidad, parece haber sido la causa que indujo a Leonardo a dejar de
trabajar en el mural, pero no existe una explicación clara ni aceptable para
esclarecer la subyacente razón del abandono de esta gran obra. En el Invierno
de 1507–1508, Leonardo retornó a Florencia donde asistió al escultor Giovanni
Francesco Rustici a manufacturar sus estatuas de bronce destinadas al
Baptisterio de Florencia. Después de
esta comisión, Leonardo decidió residir en Milán.
Honrado
y admirado por sus generosos mecenas en Milán -Charles II d’Amboise, Seigneur de Chaumont y el rey Louis de Valois XII of France- Leonardo disfrutó de sus deberes los que se
limitaban en su mayor parte al asesoramiento en las disciplinas arquitectónicas.
Se ha encontrado constancias tangible este
tipo de funciones específicamente en los planes que Leonardo diseñó para una villa-palacio
para Charles II, y se piensa que bosquejó un oratorio para la iglesia de Santa María alla Fontana, esbozos que
Charles II financió personalmente. Leonardo
también inspeccionó una antigua propuesta que el gobernador francés quería
revivir: el río Adda que uniría Milán con el lago de Como por vía fluvial.
Durante
este segundo período en Milán, Leonardo se dedicó muy poco a la pintura, y la
mayor parte de su tiempo la consagró a rodearse de aprendices y seguidores. Sus antiguos y fieles discípulos, Bernardino
de ’Conti y Salai; se re-enlistaron en sus filas. Además, nuevos educandos se adhirieron a su
academia, y entre aquestos se encontraban Cesare da Sesto, Giampetrino, Bernardino Luini
y el joven noble Francesco Melzi, quien fué el amigo y consorte más devoto de
Leonardo hasta la muerte de éste.
En
ese entonces, una misión de alto nivel y jerarquía se le encomendó a Leonardo. El Mariscal Gian Giacomo Trivulzio, quien fué
un aristócrata y líder italiano quien ejerció diversas comandancias militares
durante las guerras italianas; había regresado triunfante a Milán como mariscal
del ejército francés y como un agrio enemigo de Ludovico Sforza. Gian Giacomo Trivulzio entonces le facultó a
Leonardo que le forjara su panteón, el que estaría representado por una esfinge
ecuestre la que se ubicaría en el tabernáculo fúnebre que Trivulzio había
donado la iglesia de San Nazaro Maggiore en Brolo.
Leonardo,
como de costumbre, por años se dedicó a proyectar y a hacer borradores de este mausoleo,
pero basado en su habito, Leonardo no avanzó más allá de los croquis y nunca
terminó el planeamiento de la obra, por lo que esta estatua nunca la comenzó convirtiéndose
esta en un proyecto irresoluto más de Leonardo.
Después de perder la paciencia esperando a Leonardo por varios
años, Gian Giacomo Trivulzio decidió
contratar a alguien más para que erigiese esta obra antes de que él muriese sin
panteón.
Estos
fracasos no desviaron a Leonardo de sus intereses personales. Durante esta fase, la diligencia intelectual y
científica de este hombre de Vinci prosperó superlativamente. Sus investigaciones en anatomía humana se
elevaron a un eminentísimo nivel durante su concurso con Marcantonio della
Torre, un afamado profesor renacentista de anatomía que daba cátedras en la
Universidad de Pavía y la Universidad de Padua.
Con su nuevo asociado, Leonardo elucubró un método de operación el que
incluiría calcos escrupulosos y minuciosos del cuerpo humano y sus órganos, además
de una anatomía comparativa y el ámbito completo de la fisiología.
Aparte
de su códice anatómico, los legajos de Leonardo están atiborrados de disertaciones
matemáticas, ópticas, mecánicas, geológicas y botánicas. Estas dedicadas búsquedas de conocimiento
estaban inducidas por una concepción central en la mente de Leonardo: la total
ideología de que la fuerza y el movimiento como funciones mecánicas básicas, producen
todas las representaciones externas en la naturaleza orgánica e inorgánica dándoles
su forma. Además, Leonardo pensaba que
estas mentadas y ejercientes fuerzas obrantes e interoperativas, actúan de
acuerdo con un conjunto de leyes eslabonadas y coordinadas. Y después las malas lenguas dicen que el loco
soy yo... ¿Qué cosas, no?
Los años postreros (1513–1519)
Durante
el año de 1513, en medio de complicados acontecimientos políticos y el desalojo
zafral de los franceses de Milán, impulsaron a Leonardo una vez más a abandonar
Milán. Hacia el término de 1513, ya de
60 años, Leonardo se trasladó a Roma en compañía sus pupilos Melzi y Salai y
otros dos asistentes, con la intención y esperanza de conseguir trabajo con su
patrón Giuliano de' Medici, el hermano del nuevo Papa degenerado, político y
banquero, Giovanni di Lorenzo de'
Medic, alias: Leo X. Este depravado religioso es
mejor conocido por sus hábitos y caprichos derrochadores, por sus dilatadas prácticas
libidinosas e incontinentes; y por su extraordinariamente estúpida cita
hedonista: "Como Dios nos ha dado el
papado, disfrutemos de él". En la pervertida
iglesia y entre sus envilecidos regicidas de la moral; esto nunca cambia.
Giuliano entonces acogió a Leonardo y su séquito y
los acomodó en una serie de aposentos en su residencia en el Cortile (patio) del Belvedere, en el Vaticano.
Como el dinero no era de él, este incontinente rufián de papa incluso le
concedió a Leonardo una soldada mensual inusitadamente encumbrada, y a esta
generosidad ajena no le secundaron otras altas comisiones. Durante tres años, Leonardo y su pandilla permanecieron
a costillas de Roma durante una etapa de enorme diligencia artística: Donato
Bramante estaba construyendo San Pedro, Rafael pintaba las últimas habitaciones
de los nuevos apartamentos del papa, Miguel Ángel luchaba por completar la
tumba del Papa Julio II y muchos otros virtuosos jóvenes tales como Timoteo
Viti y Sodoma, también se mantenían diligentes y laboriosos.
A
estas alturas Leonardo estaba frustrado con su vida profesional. Esto se evidencia en sus amargas y aflictivas
apostillas las que describen las penas y congojas del ya anciano maestro. Debido a esto, Leonardo se mantuvo apartado
de la vida pública mientras trabajaba en su estudio en trajines matemáticos y tanteos
técnicos, o cuando se encontraba fiscalizando edificaciones arquitectónicas
vetustas mientras deambulaba por la urbe.
Se conjetura que Leonardo pudo haber compartido tiempo con Donato di Pascuccio
d'Antonio, conocido como Donato Bramante,
pero Bramante falleció en 1514, y no existen archivos que hablen de las
relaciones de Leonardo con ningún otro artista mientras residía en Roma.
Posiblemente
agobiado y rendido por el ambiente romano, a los 65 años de edad Leonardo se
subscribió a la generosa invitación del efebo rey Francisco I de Francia para afiliarse
a su servicio. Hacia finales de 1516 Leonardo
dimitió de Italia para siempre. Melzi,
su seguidor más devoto le acompañó. Leonardo
pasó sus posteriores tres años morando en la pequeña residencia de Cloux (más
tarde nombrada Clos-Lucé), en las cercanías del palacio de Verano del rey en
Amboise. Leonardo se engalanaba
orgullosamente con título de Premier peintre, architecte et méchanicien du Roi
("Primer pintor, arquitecto e ingeniero del Rey").
Leonardo
todavía producía croquis para los festivales de la corte del rey, pero el rey
lo trataba no como un empleado, sino que con el porte de un invitado de honor y
le permitió completa libertad de acción. Décadas más tarde, Francis I conferenciaba con
el célebre escultor Benvenuto Cellini sobre Leonardo en términos de la mayor
admiración y estima por el gran maestro. Leonardo preparó planes para el palacio y el
jardín de Romorantin para el rey Francisco I, palacio que había sido elegido
para ser la mansión de la viuda Reina Madre. Este proyecto esmeradamente perfilado fusionó las
mejores tipologías de las tradiciones italiano-francesas en arquitectura y paisaje. Desafortunadamente este palacete hubo de ser interrumpido
porque la región se vió azotada por Malaria.
Escasas
pinturas de Leonardo datan de este período en Francia. Leonardo invirtió la gran mayoría de sus días
ordenando y corrigiendo sus estudios científicos, su tratado sobre pintura, y
algunos folios de su tratado de anatomía humana. En sus Visiones del Fin del Mundo (c. 1517-1518),
las que incluyen dibujos del Gran Diluvio, relató y describió con una clarividencia
angustiosa las fuerzas embrionarias que gobiernan y rigen la naturaleza, demostrando
así su progresivo pesimismo.
El
gran Leonardo, el Hombre de Vinci finalmente expiró el 2 de Mayo de 1519 en
Cloux y fué sepultado en la iglesia del palacio de Saint-Florentin. Este templo fué destrozado y completamente pulverizado
durante la Revolución Francesa a principios del siglo XIX. Desde esos sucesos, la tumba de Leonardo se
ha perdido en la historia y en las vastas longitudes de la imbecilidad del ser humano al que Leonardo
tanto veneraba. Su caro discípulo Melzi fué
el heredero del patrimonio artístico y científico de su querido Maestro Leonardo di ser Piero da Vinci.
La
historia es borrosa y entre su camanchaca solo se puede especular sobre la
muerte de Leonardo. Algunos dicen que el
maestro murió de un derrame cerebral en los brazos de su último mecenas,
Francisco I. Giorgio Vasari publicó en 1550:
“Le sobrevino [a Leonardo] entonces un paroxismo, mensajero de la
muerte. Y fué así, habiéndose levantado
el rey y cogido su
cabeza para socorrerle y mostrarle su favor a fin de aliviar su mal, que su
divino espíritu, sabiendo que no podía obtener mayor honor, expiró en brazos
del rey”.
Después
de 500 años de la muerte del gran erudito genio Renacentista Lionardo di Ser Piero da Vinci, me es imposible recontar su vida en unas pocas y
exiguas hojas electrónicas. Solo quise
hacer una breve reseña del Hombre de Vinci, el que ha ejercido una enorme
influencia en la humanidad, en mí, y en la azarosa vida que me ha hecho lo que
hoy soy. Entre otras, la lección más
productiva que he aprendido del Renacentista Leonardo, el Hombre de Vinci, es:
deténte y piensa.
Después
de terminar de escribir este boceto de Leonardo, hice una pausa; y luego
derramé una sentida y ardiente lágrima
en honor a él.
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Et
sub Glossarium Glossarium – (Cum amore legentibus)
Estratocracia
- Gobierno militar o despotismo
Pseudología
- Arte o ciencia de la mentira
Realpolitik
- Un sistema de política o
principios basados en consideraciones prácticas más que morales o ideológicas.
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Post scriptum et quorumdam suggestionibus pro futurum: Si hay algún tema sobre el cual usted quisiera leer
mis traumáticas y ligeramente psicopatísticas opiniones, por favor sugiéralo a:
rguajardo@rguajardo.us.
Caveat: Mis opiniones personales pueden resultarle ácidas,
demasiado honestas, corrosivas, irreverentes, insultantes, altamente irónicas,
acerbas, licenciosas, mordaces y de una causticidad filosófica sin límites
conocidos por el ser humano, y quizá no le apetezcan o acomoden
intelectualmente; pero es lo que habrá disponible basado en su pedido. Gracias.
El
Loco