Chunchulo


En un desconsolado día,

Queridos camaradas Maristas, hoy se nos ha ido un ser humano extraordinario e irreemplazable.  Conociendo a nuestro Profesor Jorge Gutiérrez, les aseguro que se ha ido para pavimentarnos el camino después de la muerte, tal como nos lo pavimentó a todos nosotros durante nuestras inquietas vidas.  Cariñosamente conocido como “Chunchulo”, él siempre nos dijo que no tuvo hijos propios, pero que nosotros todos éramos sus hijos, y que nosotros éramos mucho de ellos.

Sin duda que chunchulo nos trató, nos cuidó y nos guió como si fuésemos sus propios hijos.  Con su firme pero cariñosa y amante mano, nos corrigió cuando estábamos errados, y nos premió cuando lográbamos triunfos, aunque estos hubiesen sido pequeños. Su alegría en nuestros triunfos siempre fué genuina.

Hoy mi corazón está acongojado y triste, y ardientes lágrimas de un profundo y férvido dolor desgarran mi alma y mi espíritu.  Hoy se nos ha ido un ser humano extraordinario e irremplazable. 

Gracias Egregio Profesor Chunchulo, gracias Egregio Profesor Jorge Gutiérrez por el extraordinario trabajo que hiciste por, y con nosotros.  Gracias por aguantarnos nuestras inmadureces y por hacerte rabiar tantas veces.  Me demoré en escribirte esta corta nota.  Tuve que esperar a que mis lágrimas disminuyeran y mi dolor se calmase un poco para poder pensar.

Ya nos veremos algún día en la cósmica inmensidad del éter, Chunchulito; allá donde las estrellas danzan y celebran nuestras existencias, allá hacia donde los nuestros partieron un día, allá donde otra vez nuestros espíritus danzarán y bullirán contentos, tal como lo hicieron en las aulas del Instituto Alonso de Ercilla, bajo la protección y el extenso manto de infinito amor que tú siempre nos brindaste, en las buenas; y en las malas.

Mis emociones son agobiantes.  Mi sentido de pérdida es angustioso.  Tu partida nos deja atrás un vacío imposible de apaciguar.  Ten una jornada dulce y placentera hacia tu lugar de descanso, chunchulito querido.  Te lo mereces después de habernos dado toda tu energía y amor hasta la última gota.  Mis más sinceras condolencias para el infinito dolor de tu familia, incluídos todos nosotros, tus hijos del Ercilla.

¡Buen viaje y feliz jornada Chunchulo!

Siempre te recordaremos.

El Loco.