Nota: Este escrito es en honor de nuestro recordado profesor de Historia Don Jorge Gutiérrez, conocido en los círculos que le amaban como “El Chuncho”, quien con tanto cariño y paciencia nos enseñó los inextricables malabares de la historia, y se preocupó de “destontarnos” para que fuésemos hombres de provecho y positivos contribuyentes a nuestras complejas sociedades. Cuando nos “destontaba” con su excelso amor no intangible para nuestros espíritus, hacía que nuestras imaginaciones se elevaran a un plano excitante y entretenido. Esta práctica de enseñanza grabó para siempre en mi cerebro mis memorias de la historia. De lo que hablo aquí, me lo enseñó el “Chunchito” (QEPD).
Filogénesis*
Cuando el glorioso Imperio
Romano Occidental se desplomó catastróficamente hacia finales del siglo
VI de la Era Común, brotó una neonata hueste de pequeños reinos y territorios
gobernados por francos, ostrogodos, visigodos, godos y otras tribus germánicas
tales como como los Tungri, Nemetes, Ubii y Batavi entre otras.
El primer rey franco que aceptó el
cristianismo católico sin saber en qué malandanza .se metía, fué Clovis I (Chlodovechus
en Latín); quien se mantuvo vivo entre circa 466 – y el 27 de Noviembre de 511.
Clovis fué el primer rey de los francos
en unificar todas las tribus francas bajo un solo líder, permutando el
liderazgo de un grupo de jefes reales por un solo rey, y se aseguró de que las líneas
de realeza se transfiriesen a sus herederos. A Clovis I se le considera el fundador de la
dinastía merovingia, la que gobernó el reino franco durante los dos siglos
siguientes.
Clovis I tenía una base cerca de Tours, la que
es hoy una de las ciudades más grandes de la región francesa del Valle Central
de Loira. Clovis dilató enormemente su
territorio e incorporó a sus dominios a Lutecia,
hoy llamada París. A los territorios de
Clovis generalmente se le denominaban Neustria, con base en París y Austrasia
(hoy en día Benelux al norte de Alemania). También en sus dominios se encontraban Borgoña,
el centro oeste y suroeste de la Francia moderna, y parte de la Suiza moderna,
Aquitania y Gascuña. Bretaña y sus
bretones nunca fueron parte del imperio merovingio, pero Clovis reconoció a los
nobles merovingios como señores soberanos.
Las generaciones sucesoras de Clovis
continuaron el bárbaro y deportivo hábito de guerrear entre ellos, y en
ocasiones, se unían para conquistar nuevos territorios. El último rey merovingio importante fué Dagoberto
I Alias “el mono”, quien gobernó entre los años 629 y 638 de la Era Común.
El poder gubernamental no comenzó a ser
ejercido por reyes, sino por los alcaldes del palacio real. El minúsculo Pipino de Heristal, alias “Pepino
el Breve”, uno de estos numerosos alcaldes, erigió una base de poder en
Austrasia, bajo las incipientes sospechas de los Neustrianos.
Pepino era breve solo para ciertas cosas. Pepino tuvo un hijo ilegítimo llamado Charles
Martel (Carlos Martel 686 - 741), quien a pesar de ser bastardo,
se convirtió en el siguiente rey franco y fusionó a los antiguos reinos
francos, incluída Aquitania. Los
cobardes y alevosos chupasangres del Vaticano encabezados por el inservible,
degenerado y cobarde Papa
Gregorio III, recurrieron desesperadamente a la ayuda de Pepín
solicitándole que los defendiera de los sarracenos y que expulsara a esta
delenda* de Europa.
Los sarracenos eran principalmente musulmanes
árabes, pero también sus filas eran engrosadas por turcos, persas y guerreros
de otras ramas musulmanas, a quien se les refirió como “sarracenos” entre los
escritores cristianos en Europa durante la Edad Media. El significado del término “sarraceno” evolucionó
durante su historia. En los primeros
siglos de la era cristiana, los escritos griegos y latinos usaban el término
para referirse a las personas que vivían en áreas desérticas en y cerca de la
provincia romana de Arabia Petraea, y en Arabia Deserta. En Europa durante la Alta Edad Media, el
término llegó a asociarse con las tribus de Arabia.
Después de numerosas trifulcas durante la
siguiente generación, el nieto de Carlos Martel, conocido en la historia como
Carlomagno (748-814 de la Era Común) extendió los territorios francos a
Lombardía (norte de Italia) y los unificó bajo su gobierno.
Carlomagno fué reconocido por otro otiose* bufón
del Vaticano, el Papa León III; como heredero del Imperio Romano de Occidente,
y fué coronado como Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico el día de
Navidad del año 800 de la Era Común. Como ven, en esa era, los chupamedias* y sicofantas
ya existían en abundancia en nuestro planeta.
Carlomagno no solo fué un acometido guerrero
extraordinariamente exitoso, sino que también fué un gran administrador y
además un magno mecenas del aprendizaje. Carlomagno nombró a sus hijos como
sub-reyes; a Pepín como rey de los lombardos y a Luis el Piadoso como rey de
los aquitanos. Pepín murió sin herederos
(o porque no tenía buena puntería o no le funcionaba el pepino), por lo que
cuando llegó el momento de su muerte, Luis heredó el Imperio.
Los hijos de Luis entonces (dos de su primera
esposa y uno de su segunda) como buenos hermanos, se pelearon. Por el Tratado de Verdún, o la Paz de Verdún,
en el año 843 de la Era Común, acordaron una división del botín.
El Tratado de Verdún fué un pacto firmado en Agosto
de 843 entre Lotario, Luis el Germánico y Carlos el Calvo —hijos de Ludovico
Pío (Luis) y nietos de Carlomagno—, en la localidad francesa del mismo nombre. Este tratado tuvo como origen la ordinatio imperio
(ordenamiento del gobierno), que decretaba el modo de proceder si falleciese
uno de los monarcas subsidiarios sin tener descendencia.
Bajo este tratado, Lotario, el mayor, tomó el
reino medio, conocido como Lotaringia (de donde se derivó la designación
posterior de "Lorena"), Carlos el Temerario tomó la parte occidental,
y Ludovico Pío (Luis) el Alemán
tomó la parte oriental.
Las bélicas generaciones siguientes heredaron
la natural particularidad pendenciera y díscola de sus antepasados. Desde ese momento en el reino occidental (la Francia
de hoy), los diversos señores locales a menudo se rebelaban en contra del dominio
y la jurisdicción de Carlos el Temerario y sus descendientes, a los que derrocaron
por completo en el año 923 de la Era Común, cuando Roberto, Conde de Poitiers,
Conde de París, Marqués de Neustria y Orleáns, fué elegido rey de Francia
Occidental. ¿Qué cosas, no?
La media naranja
de Robert, Beatrice de Vermandois (circa 880) fué una aristócrata carolingia,
reina del oeste de Francia por matrimonio con Roberto I y madre de Hugo el
Grande. Como Beatrice de Vermandois era descendiente
de Carlomagno, la línea de sangre carolingia persistió. El nieto de Robert y Beatrice, Hugh Capet
(941-996), fué elegido Rey de los Francos occidentales en el año 987 de la Era
Común. Éste título se utilizó para su
denominación hasta que más tarde se cambió al título de “Rey de Francia”.
Entonces
En la antigüedad, la actual Francia formaba
parte del territorio Celta conocido por los Romanos como Galia o Gallia. Su nombre actual se deriva del latín “Francia”,
que significa "país de los francos", un pueblo germánico que
conquistó el área durante el siglo V, en el momento de la paracme* del Imperio
Romano Occidental. En el siglo IX de la
Era Común, se convirtió en un país separado e independiente.
¿Francia tiene un Día de la Independencia?
Sí.
Francia, el aliado más antiguo de los Estados Unidos de Norteamérica celebra
su independencia
en el Día de la Bastilla. Esto es en
Francia y sus departamentos y territorios de ultramar. Esta fiesta marca el aniversario de la caída
de La Bastilla en París, el 14 de Julio de 1789. En 1880, el 14 de Julio se convirtió en
feriado oficial para celebrar su independencia.
¿Por qué pasó el Día de la Bastilla?
Durante el mes de Julio de 1789, Francia estaba
experimentado un arduo verano el que vapuleó a los franceses con escasez de
alimentos, altos impuestos que Luis XVI exigía para pagar sus deudas, y la
militarización de París. Sintiendo la impaciencia
y las peligrosamente crecientes tensiones, Luis XVI llamó a los Estados
Generales, una asamblea que no se había reunido en más de cien años, para
presentarle al pueblo un nuevo plan fiscal.
Estas maquinaciones resultaron en el Tercer
Estado, la parte de la asamblea que no es noble ni clérigo, fragmentándose del
clero y la nobleza y exigiendo una constitución escrita de Francia. La proclamación de la asamblea del Tercer
Estado formaría la Asamblea Nacional a finales de Junio de ese mismo año (1789). Semanas más tarde, después de que el rey
destituyera a un ministro de finanzas, Jacques Necker, a quien la sucesión había
aprobado, comenzaron a inflamarse las aprensiones de que Luis XVI intentaría
sofocar por la fuerza cualquier revolución política.
Estos temores culminaron el 14 de Julio,
primero en una marcha al Hôtel des Invalides para saquear armas de fuego y
cañones, y un viaje de seguimiento el que resultó ser el más famoso de todos, a
la Bastilla; esto, en busca de las municiones adecuadas. La búsqueda de pólvora y no la liberación de
prisioneros fué la razón principal del asalto a la Bastilla.
La Bastilla era un alcázar fortificado en
París, conocida formalmente como Bastille Saint-Antoine. Este edificio ejerció un papel importante en
los conflictos internos de Francia, y durante la mayor parte de su historia fué
utilizado como prisión estatal por los reyes de Francia.
Nota del autor:
En estos momentos cuando Chunchito relataba la historia magistralmente,
en mi activa imaginación podía ver el humo, escuchar los balazos y los
cañonazos, el griterío de la caterva inflamada, veía correr cabezas dentro del
canasto de la guillotina, ¡y hasta podía oler el aroma a pavor y revolución!
Los acontecimientos que siguieron al asalto
—la liberación de los pocos prisioneros que quedaban en la Bastilla, pero
también una batalla mortal y la brutal decapitación del gobernador de la
prisión y sus oficiales— fueron nada más que un efecto secundario de la intención
original del caótico y peracute* levantamiento.
Sin embargo, no pasó mucho tiempo para que el simbolismo
de la Bastilla cambiase. Cuando
arribaron las violentas noticias al palacio de Versalles de que la chusma había
asaltado la Bastilla, la realeza asumió que esto era un desastre mayúsculo y
que los Parisinos estaban fuera de control.
Durante las dos semanas siguientes al asalto, la realeza tuvo
imperativamente que revisar su narrativa.
A raíz de estos acontecimientos, Luis XVI le preguntó
a un duque francés si el asalto a la Bastilla fué una revuelta, y el duque
respondió: "No señor, una revolución". Al principio, la respuesta de la realeza fué
un intento de ligarse con esta nueva situación. El rey llegó a París días después, para
declarar su apoyo a la revolución y ponerse la escarapela tricolor.
Ese evento reforzó el significado político de
la revolución y la idea del asalto a la Bastilla como una manifestación contra
la tiranía política, más que como un evento violento. El feudalismo entonces, fué abolido en Agosto.
Un año después, Francia convendría la Fête de
la Fédération el 14 de Julio para celebrar la monarquía constitucional de
Francia y honrar la recién descubierta “unidad” de Francia. Esa nueva “unidad”
no duró mucho, y la revolución finalmente se convirtió en un terrible Reino del
Terror.
Como toda historia, siempre hay un final
feliz. El día de la Bastilla ha llegado
a simbolizar la Revolución Francesa, pero su verdadero símbolo es la
guillotina, el inventito de que acabó con la vida del rey Luis XVI y María
Antonieta, y de miles de personas vinculadas a la aristocracia en el Reino del
Terror. Esta es la parte feliz. Deberíamos hacer lo mismo con nuestros
políticos.
Joseph-Ignace Guillotin
Joseph-Ignace
Guillotin (28 de Mayo de 1738 - 26 de Marzo de
1814) fué un médico, político y francmasón francés, quien propuso el 10 de Octubre
de 1789 el uso de un dispositivo para ejecutar penas de muerte en Francia, como
un método de ejecución menos doloroso que los métodos existentes.
Joseph-Ignace Guillotin no inventó la
guillotina y se oponía a la pena de muerte, pero su nombre se convirtió en un
epónimo de la misma. El verdadero inventor
del prototipo de este instrumento fué un hombre llamado Tobias Schmidt, que
trabajaba con el médico del rey, Antoine Louis.
Guillotina
El nombre "guillotina" data de la
década de 1790 y de la Revolución Francesa, pero ya existían máquinas
de ejecución similares durante varios siglos. Un dispositivo de decapitación llamado
"plancha" se utilizó en Alemania y Flandes durante la Edad Media, y
los ingleses tenían un hacha deslizante conocida como Halifax Gibbet, la que
puede haber estado cercenando cabezas desde la antigüedad.
La guillotina francesa probablemente se
inspiró en dos máquinas anteriores: la "mannaia" de la era del
Renacimiento de Italia y la famosa "Scottish Maiden", que cobró las
vidas de unas 120 personas entre los siglos XVI y XVIII. La evidencia también muestra que las guillotinas
primitivas pueden haber estado en uso en Francia mucho antes de los días de la
Revolución Francesa. ¿Qué cosas, no?
La guillotina originalmente se desarrolló como
un método de ejecución más humano. Los
orígenes de la guillotina francesa se remontan a finales de 1789, cuando
Joseph-Ignace Guillotin propuso que el gobierno francés adoptara un método de
ejecución más bonancible. Aunque
personalmente se oponía a la pena capital, Guillotin argumentó que la decapitación
por una máquina veloz sería más humana e igualitaria que las decapitaciones con
espada y hacha, que a menudo eran fallidas y causaban grotescas, a veces
lentas, y dolorosas muertes.
Más tarde, Joseph-Ignace Guillotin ayudó a
supervisar el desarrollo del primer prototipo, una imponente máquina diseñada
por el médico francés Antoine Louis y construída por un fabricante de
clavecines alemán llamado Tobias Schmidt. El dispositivo cobró su primera víctima
oficial en Abril de 1792 y rápidamente se conoció como la
"guillotina", para horror de su supuesto inventor.
Guillotin trató de distanciarse
de la máquina durante la histeria de la guillotina en la década de 1790, y más
tarde su familia solicitó sin éxito al gobierno francés que cambiara el nombre
del artefacto a principios del siglo XIX.
Las ejecuciones de guillotina se convirtieron
en hemiciclos circenses pero centrales para los espectadores. Durante el Reinado del Terror de mediados de
la década de 1790, miles de "enemigos de la revolución francesa"
encontraron su fin a manos de la hoja de la guillotina. Algunos miembros del público inicialmente se
quejaron de que la máquina era demasiado rápida y clínica, pero en poco tiempo
el proceso se había convertido en un gran entretenimiento gratuito al estilo
del glorioso Circo Romano.
La gente acudía en masa a la plaza de la
Revolución para ver cómo la guillotina hacía su espantoso trabajo, y la máquina
era honrada con innumerables canciones, chistes y poemas. Los espectadores podían comprar souvenirs,
leer un programa con los nombres de las víctimas o incluso comer algo rápido en
una popina* cercana llamada "Cabaret de la Guillotine" antes
de la función. Algunas personas asistían
a diario, las más famosas eran las "Tricoteuses", un grupo de mujeres
morbosas que supuestamente se sentaban agrupadas al lado del cadalso y tejían
entre decapitaciones; una especie de “cheerleaders”, pero probablemente un
montón de viejas feas y copuchentas. (El parecido de estas mujeres con mi
suegra es puramente coincidencia y casualidad.)
La treatricidad de esto se extendió incluso a
los condenados. Muchos de los condenados ofrecieron bromas
sarcásticas o últimas palabras desafiantes antes de ser ejecutados, y otros
subieron bailando por los escalones del cadalso. La fascinación por la guillotina se
desvaneció a finales del siglo XVIII, pero las decapitaciones públicas
continuaron en Francia hasta 1939. ¡Qué
lástima! La guillotina aún podría darnos
un gran servicio público.
Los niños a menudo asistían a ejecuciones de
guillotina y durante la década de 1790, y compraban una réplica de guillotinas de
dos pies de altura la que era un juguete popular en Francia. Los niños usaron estas pequeñas y funcionales
guillotinas para decapitar muñecas o pequeños roedores. Algunos pueblos finalmente las prohibieron
por temor a que fueran una influencia viciosa. Las guillotinas novedosas también se abrieron
camino en algunas mesas de comedor de clase alta, donde se usaron como
rebanadoras de pan y verduras.
Los operadores de guillotina eran celebridades
nacionales. A medida que crecía la fama
de la guillotina, también lo hacía la reputación y fama de sus operadores. Los carnifex (verdugos) ganaron mucha
notoriedad durante la Revolución Francesa, cuando fueron juzgados de cerca por
la rapidez y precisión con la que podían orquestar múltiples decapitaciones.
El trabajo era a menudo un negocio
familiar. Varias generaciones
de la famosa familia Sanson sirvieron como verdugos estatales desde 1792 hasta
1847, y fueron responsables de ejecutar al rey Luis XVI y María Antonieta, y a
muchos miles de personas más. Durante
los siglos XIX y XX, el papel de caudillo en jefe recayó en Louis y Anatole
Deibler, una pareja de padre e hijo cuya tenencia combinada se extendió desde
1879 hasta 1939.
La gente solía corear los nombres de los
Sanson y Deiblers en las calles, y su elección de ropa en el andamio era
conocida por inspirar las tendencias de la moda. Los verdugos también eran objeto de
fascinación mórbida en el inframundo criminal. Según algunos relatos, los gánsteres y otros encapuchados
se tatuaban con eslóganes sombríos como "Mi cabeza va a Deibler".
El Tercer Reich
La guillotina cobró muchas vidas en Alemania
durante el Tercer Reich. Adolf Hitler
convirtió la guillotina en un método de ejecución estatal en la década de 1930
y ordenó que 20 de las máquinas se colocaran en ciudades a través de
Alemania. Según los registros nazis, la
guillotina se utilizó finalmente para ejecutar a unas 16.500 personas entre
1933 y 1945, muchas de ellas combatientes de la resistencia y disidentes
políticos. Eso se llamaba “usar la
cabeza”.
La guillotina siguió siendo el método estatal
de pena capital de Francia hasta finales del siglo XX. El asesino convicto Hamida Djandoubi se
convirtió en el último criminal en encontrar su fin con la "Navaja
Nacional" en 1977. Sin embargo, el
reinado de 189 años de la máquina solo llegó a su fin oficialmente en
Septiembre de 1981 (no hace mucho), cuando Francia abolió la pena capital. ¡Qué lástima!
“Ciencia”
Desde el comienzo mismo de su uso, abundó la
especulación sobre si las cabezas de los guillotinados permanecían conscientes
después de ser cortadas. El debate
alcanzó nuevas alturas en 1793, cuando un asistente del verdugo abofeteó la
cara de una de sus víctimas y los espectadores afirmaron ver sus mejillas
enrojecer de ira. Más tarde, los “médicos”
les pidieron a los condenados que intentaran parpadear o dejar un ojo abierto
después de su ejecución para demostrar que aún podían moverse.
Otros gritaron el nombre del difunto o
expusieron sus cabezas a las llamas de las velas y al amoníaco para ver si
reaccionaban. En 1880, un médico llamado
Dassy de Lignieres incluso hizo que le bombearan sangre a la cabeza de un
asesino de niños guillotinado para averiguar si volviese a la vida y hablase.
Los espantosos experimentos se detuvieron en
el siglo XX, pero los estudios en ratas han encontrado desde entonces que la
actividad cerebral puede continuar durante unos cuatro segundos después de la
decapitación. Esto es aplicable a los
congéneres de las inocentes Rattus rattus;
los sucios políticos, los abogados licenciosos, y los frailes degenerados.
Bueno, suficiente de Francia y su joyita de
muerte.
Anexiones
Leeward Islands
La
anexión de las Islas de Sotavento o la Guerra de Leewards fué una sucesiva
mezcla de trances diplomáticos y bélicos entre la Tercera República Francesa y
los nativos reinos de Raiatea-Tahaa, Huahine y Bora Bora, lo que terminó en la ocupación
de las Islas de Sotavento, en el archipiélago del Pacífico Sur de la actual Sociedad
Polinesia Francesa.
Esta conflagración
fué el último instante de la resistencia armada indígena contra el dominio
francés en las Islas de la Sociedad, pugna que comenzó en 1843 con la
imposición por la fuerza de un protectorado sobre el Reino de Tahití en la
Guerra Franco-Tahitiana. A los tres
reinos de las Islas de Sotavento les fué posible obtener la independencia
gracias a la Convención de Jarnac.
La Convención de
Jarnac fué un acuerdo bilateral entre el Reino de Francia y el Reino Unido establecida
en el año 1847 al final de la Guerra Franco-Tahitiana. El propósito de esta convención era el de acabar
con las incertidumbres diplomáticas franco-británicas para garantizar la independencia
de las Islas de Sotavento en Polinesia. El acuerdo fué abolido en 1887 con el común acuerdo
de ambas partes.
A raíz
de la permanente inestabilidad en los varios regímenes nativos y la creciente
amenaza del naciente imperio colonial alemán en el Pacífico, en 1880 Francia
declaró el dominio de las islas bajo un auto declarado “protectorado
provisional”, en directa violación de la Convención de 1847. En 1888, Francia y Gran Bretaña acordaron
derogar su tratado anterior y permitir a los franceses anexar las Islas de
Sotavento.
Entre
los años de 1888 y 1897, los nativos de la isla de Sotavento desafiaron el dominio
francés, mientras que al unísono se detonaron conflagraciones civiles entre las
facciones a favor del dominio francés y la mayoría de los sectores en contra
del dominio francés. Esta guerrilla se
inició en 1887 con el motín del jefe Teraupo'o en Raiatea contra el rey
pro-francés, y el fusilamiento de un oficial e infantes de marina franceses en
Huahine.
Los
nativos de Huahine establecieron un activo gobierno bajo la reina Teuhe para rivalizar y resistir a las facciones
pro-francesas al comando de su hermano, el príncipe Marama Teururai. La resistencia fue más fuerte en Raiatea y Tahaa,
donde el jefe Teraupo'o y sus seguidores se atrincheraron en el campo y las
montañas y buscaron la intervención británica en la guerra. El conflicto terminó con la represión violenta
de la rebelión de Raiatean y el exilio de los rebeldes en 1897.
Tahití (Polinesia francesa)
Tahití, parte de las islas de la Sociedad, después
de su invasión; se convirtió en colonia francesa en al año 1880. De lance en lance, Francia anexó otras islas
para formar la colonia francesa de Oceanía. En 1946, las islas se convirtieron en
territorio de ultramar y en 2004 obtuvieron el estatus de "país de
ultramar".
En el año 2014, la asamblea de la Polinesia
Francesa adoptó una resolución en la que solicita a Francia que se les pagase
casi $1.000 millones de dólares en compensación por varios aspectos, tales como
el tremendo daño ambiental causado por sus pruebas de bombas atómicas y otras armas
nucleares. La resolución fué presentada
por el partido gobernante contra la independencia sin el apoyo del gobierno
territorial, lo que indica una ruptura importante dentro de las filas del
partido.
Treaty of Turin (1860)
básicamente, el Tratado de Turín efectuado bilateralmente
entre Francia y el reino de Piamonte-Cerdeña el 24 de Marzo de 1860, es el
instrumento oficial por el cual el Ducado
de Saboya y el Condado de Niza se anexaron a Francia.
El Reino de Cerdeña fué el nombre de las
posesiones de la Casa de Saboya en el año 1720, cuando la isla de Cerdeña le fué
obsequiada al rey Víctor Amadeo II de Saboya para compensar la pérdida de
Sicilia a manos del Imperio austríaco en virtud del tratado de La Haya. La capital política y económica del Reino de
Saboya era Turín.
Aparte de Cerdeña, este reino obtuvo Saboya,
Piamonte y Niza; y después del Congreso de Viena, en 1815, le fué incluída
Liguria con su capital la ciudad de Génova. Oficialmente el nombre completo del reino era:
Reino de Cerdeña, Chipre y Jerusalén, Ducado de Saboya y Monferrato, Principado
del Piamonte. ¿Qué cosas, no?
Obviamente hay muchísimo más acerca de la
invención de Francia, tales como las anexiones de el Reino de Etruria y el
Ducado de Parma en1808; los Estados Papales en 1809; y los reinos de Holanda y
Valais en 1810, tiempo durante el cual la Revolución Francesa ya estaba
cocinándose desde 1789.
Ya no me queda espacio extra en la pantalla
del computador así que este asuntito de Francia llega a su final aquí. Ahora solo me quedan algunas preguntas por
hacer.
P&R:
¿Por
qué los franceses comen escargot (caracoles)?
Porque no les gusta la comida rápida…
Si le
preguntas a un francés si juega video games, responderá: “Wii!”…
¿Qué dice una la baguette cuando la
cortan?: Ouch! Le
pain!...
____________________________
Et sub Glossarium Glossarium – (Cum amore legentibus)
Chupamedias (sicofante) – Adulador halagando a los demás para obtener una ventaja
personal.
Delenda – Cosas
para ser borradas o destruídas.
Demótico – De,
como o perteneciente a la gente común.
Filogénesis – Origen
e historia de la evolución de una especie.
Otiose
– Superfluo; redundante; fútil; inútil; sin función;
inactivo. Dicho en palabras demóticas*;
una mierda.
Paracme – Disminución;
período que sigue al cenit o cumbre.
Peracute
– Muy agudo o violento.
Popina
– Restaurante.
____________________________
Post scriptum et quorumdam
suggestionibus pro futurum: Si hay algún tema sobre el cual usted quisiera leer mis traumáticas y
ligeramente psicopatísticas opiniones, por favor sugiéralo a: rguajardo@rguajardo.us.
Caveat: Mis opiniones pueden resultarle ácidas, demasiado honestas,
corrosivas, irreverentes, insultantes, altamente irónicas, acerbas,
licenciosas, mordaces y de una causticidad filosófica sin límites conocidos por
el ser humano, y quizá no le apetezcan o acomoden intelectualmente; pero es lo
que habrá disponible basado en su pedido. Gracias.
El Loco